Consultorio para el Alma | Un Corazón Contrito y Humillado | Por: José Rojas

 

Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. (1 Corintios 1:28-29)

Hace tiempo le dije a  Dios, «Úsame, -Soy fuerte, y fiel. La gente me seguirá. Puedo ser de gran utilidad para el Reino.» Pero nada realmente pasó para conmigo en el ministerio. Todo lo contrario, las cosas comenzaron a ir mal en cada aspecto de mi vida: la salud, la familia, el trabajo… Un día me puse de rodillas y oré la oración casi exactamente opuesta. Dije, «Señor, úsame si puedes. Soy débil, indeciso e inseguro. He hecho de mi vida un desastre, pero si tienes algún uso para mí, soy tuyo – tómame y moldéame.» No debería ser ninguna gran sorpresa el que mi eficacia en  que mejorara  cada aspecto de mi vida.

Ahora a algunos les podría parecer como si Dios fuese algún tipo de ego-maníaco colosal, quien no da lugar para la gloria de nadie aparte de la suya propia. Pero eso no podría estar más lejos de la verdad. De hecho, es exactamente lo opuesto. Dios sabe que cuando Él usa a alguien que es impresionante a los ojos del mundo, la gente se hace susceptible a una caída porque sus ojos están puestos en el hombre, en vez de en Dios. Por lo tanto, somos sabios cuando podemos considerar los defectos del hombre y decir, «Señor, esto es sólo un ejemplo más de como Tú eres el único en quien puedo verdaderamente confiar y completamente depender.»

Se necesita un corazón contrito y humillado para conocer al Señor, y ésta es una de las mayores características del liderazgo cristiano. El rey David escribió en el Salmo 51:16-17 (después de que Natán le había encarado sobre su adulterio con Betsabé), «porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.» ¿Cuál es la condición de tu corazón? ¿Está contrito y humillado o lleno de orgullo y de confianza en sí mismo? ¿Cuál es el que Dios requiere?

Fuente Liga del Testamento

 

* joserojastrejo68@gmail.com

 

 

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