Consultorio para el Alma | Sinceramente Equivocado | Por: José Rojas

 

“Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto. Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y, enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras”. (Hechos 26:9-11)

Muchas veces nos aferramos a conceptos culturalmente y socialmente aprendidos que impiden admitir que podemos estar equivocados, ya que estamos convencidos de tener la razón, y cuando nos confrontan por nuestros errores, no nos atrevemos a pronunciar la palabra o admitir las equivocaciones.

En nuestro devocional de hoy, Pablo recuerda como él también estaba convencido de que, sin duda alguna, tenía la razón, y llegó hasta situaciones extremas para probarlo, atropellando a los cristianos en cualquier oportunidad. Creo Pablo era sincero en sus creencias anteriores; el único problema era que estaba sinceramente equivocado.

Me pregunto si alguna vez antes de su experiencia en Damasco, Pablo comenzó a dudar de su verdad. Pero Pablo no se quedó callado, ni desapareció  en cambio creo que intensificó sus ataques a los Cristianos porque estaba desesperado por no estar equivocado. La Biblia establece que la conducta más agresiva de Saulo/Pablo contra los Cristianos comenzó con la muerte por apedreamiento de Esteban (Hechos 8:1-3). Saulo tenía ahora sangre en sus manos y no podía regresar ni darse el lujo de estar equivocado, retomaría un milagro y un acto de gracia cambiar de rumbo, y mantenerse sintonizado.

En muchos casos se necesita admitir un error antes de que comience la sanación. Algunas veces podemos estar tan ciegos por nuestros errores que no vemos la verdad del Señor. Desafortunadamente, muchos tenemos la tendencia de aumentar nuestros errores en lugar de admitirlos y buscar el perdón. Comprender o analizar las miles de razones por las que lo hacemos es menos importante que cambiar nuestra conducta. ¿Sabes de algún área de tu vida en este momento que necesites entregar a la gracia de Dios? ¿Cuál es? Admítelo. No puede ser peor que lo que hizo Saulo/Pablo y Dios lo perdonó y lo usó de maneras milagrosas. ¿No es bueno Dios? ¿Confiarás en Él?

joserojastrejo68@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

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