Los niños cuando comienzan a aprender a caminar dan pasos vacilantes, se caen, como todos los niños en su etapa se aferran ala cuna o a los muebles en su intento por caminar en la casa, o de lo contrario sus padres les sostienen y van paso a paso, pero a medida que pasan los días van creciendo y aprendiendo a caminar de manera correcta, a veces quieren correr ante que caminar.
Vivir una vida transformada es como aprender a caminar, un bebe no se levanta y camina al momento de nacer, le toma tiempo hacerlo; pero se requiere de una decisión firme, esfuerzo y determinación. No nos despertamos y amanecemos transformados, de hecho vivir una vida transformada es un acto cotidiano con Dios.
La convicción de tener una vida transformad, nos lleva a tomar la decisión de tener una nueva vida en Cristo Jesús, por que debemos hacer el esfuerzo de comenzar esta nueva caminata con Él , aprovechar en momento y determinarse a decir “Quiero ser como tu Jesús” y actuar en la fe, bajo la guía del Espíritu Santo , comenzamos a andar con Cristo sosteniendo sus manos atraves de la oración y ayuno, y Dios sosteniendo las nuestras por medio del estudio de su palabra.
Doy gracias a Dios por el Espíritu Santo que ahora nos conduce y no lleva a tener una relación con el atraves de Jesús, de manera que podamos vivir una vida transformada en el camino de la vida.
Esto implica sin embargo, tener que cambiar nuestra dirección, debemos abandonar la posición de confiar en nosotros mismos, y arrodillarnos al pie de la cruz. Debemos mudarnos del confort del “yo” a la percepción de Jesús, en nuestra mente, hemos de salir de este mundo oscuro y mudarnos a los lugares celestiales con Cristo siguiendo su palabra, siendo constantes en la oración. Si no planificamos esta mudanza, podemos terminar sintiéndonos complacidos y cómodos donde estamos y perder el deseo de mudar de casa, debemos estar dispuesto a abandonar la vida de pecad y desear la luz de la mansión de la gloria.
Es hora de ser la luz y sal que Jesús nos llamo a ser en Mateo 5. Este mundo ha sido arropado por terribles altares de pecado y solo la luz de Dios que fluye a través de su hijo puede marcar la diferencia; ahora Dios nos está llamando a vivir una vida transformada. ¿Estamos listos para ser esa luz en los lugares oscuros, y ayudar a otros a salir de las tinieblas a la luz resplandeciente de Dios?. Debemos procurar ser esa luz que marque la diferencia en la vida de otro, en la vida de los otros. Comprometamos con el mandato de Cristo, id y haced discípulos. Señor Transfórmame.