Él dijo: «El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, veas al Justo y oigas la voz de su boca, porque serás testigo suyo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre». (Hechos 22:14-16)
¿Quien le está hablando estas palabras a Pablo? Es Ananías, Veamos el evento desde la perspectiva de Ananías: El escuchó la palabra de Dios; inicialmente discutió con el Señor, sin embargo en última instancia respondió buscando a Pablo; y luego habló las palabras que se expresan en nuestro pasaje de hoy que le fueron dichos por el Señor – lo demás es historia. ¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que pudo haber pasado si Ananías no hubiera respondido con el llamado de Dios?
Con frecuencia en las historias de la Biblia nos enfocamos en los personajes principales sin observar que papeles importantes juegan otros en el plan de Dios. En este caso, Ananías tuvo un papel muy importante — uno en que estaba cualificado de forma única para cumplir. ¿Así cuales son los requisitos principales para trabajar para Dios? Son cuatro; disponibilidad, fe, voluntad de hacer las cosas, y confianza. Encontramos estos valores presentes en casi cada héroe a lo largo de la Biblia. Por ejemplo veamos la historia de Gedeón en Jueces 6:
Disponibilidad – Gedeón estaba ocupado así como nosotros (después de todo lo que estaba trillando el trigo, cuando el ángel del Señor se le apareció). Sin embargo, dejó lo que estaba haciendo para escuchar.
Fe – Su fe era fuerte en el Señor (a diferencia de su padre, que había sucumbido a la adoración de dioses ajenos).
Voluntad – Cuando el Señor preguntó, Gedeón le respondió, «Si Señor!» (Aunque discutió un poco con el Señor en un principio).
Confianza – a pesar de la improbabilidad de la misión y las probabilidades aparentemente insuperables, Gedeón confió en el Señor y procedió.
Gedeón era un joven intrascendente («Mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el último de mi familia») hasta que el llamado de Dios, y Dios lo usó poderosamente y de forma eficaz. En nuestro pasaje de hoy, Dios usó a Ananías de una manera diferente, pero con un poder igual de fuerte y eficaz – para motivar y dirigir a Saulo que en última instancia, se convirtió en el apóstol de Pablo. Los requerimientos de Dios fueron encontrados en los dos hombres. Estaban disponibles, tenían fe, tenían voluntad y confianza. ¿Suena como tú?
Si este tópico parece familiar para ti es porque se ha cubierto en una devocional anterior, aunque con un punto de vista diferente. El Señor me habló hoy sobre estas palabras claves: disponibilidad, fe, voluntad y confianza. Nosotros cambiamos el mundo de Jesús cuando respondemos al llamado del Señor. ¿Responderás el llamado hoy?
Fuente: Liga del Testamento
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