Jose Rojas
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“Porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad”. (Hechos 18:10)
Cuando leí por primera vez la Escritura de hoy, me dije “Espera un minuto; el ministerio de Pablo apenas había comenzado, así que no podía haber muchos Cristianos en la ciudad”. Entonces ¿Por qué diría el Señor “Tengo muchas personas en esta ciudad”? Entonces se me encendió la luz y entendí que el Señor ve a un Judío antes de que sea convertido, y pensé, “¿Qué hubiera visto si fuera un Corintio en esa época? Y aún más importante, ¿qué veo en este momento en mi ciudad? ¿Veo personas luchando por mantenerse a flote, que no han conocido al Señor, o sólo veo más ‘desperdicio-de-personas’?
¿No les parece éste un término interesante: ‘desperdicio-de-personas’? Con seguridad esa es mi palabra y no la del Señor, porque Él veía a los futuros Cristianos mezclados con todas las gentes que están atrapadas en formar una carrera, de posesiones materiales, egoísmo, lo oculto, gratificación sensual, alcoholismo.
Veo la mugre que las personas están haciendo de sus vidas y me pregunto cómo hacerlo diferente. Dios ve las joyas. Él ve quién tiene el corazón abierto para escuchar la Palabra y pregunta: “¿A quién enviaré con el mensaje de salvación?
No necesitamos traer a Dios a la iglesia porque Él ya está ahí, sin embargo, es ahí donde pasamos la mayor parte de nuestro servicio “Cristiano”, atendiendo a otros Cristianos. Donde verdaderamente se necesita a Cristo es en los lugares de trabajo y las esquinas de nuestras ciudades. Dios ve el corazón; no la actividad, ubicación o conducta de la gente. ¿Qué ves tú? A quién usará Él para acercarse a aquellos que necesitan más el Evangelio? ¿Serás tú? ¿Cómo puedes ponerte a su disposición? ¿Qué necesitas hacer para preparar tu corazón? ¿Estás dispuesto?
Fuente: Liga del Testamento