Jose Rojas
joserojastrejo68@gmail.com
“Y todos los que lo oían estaban atónitos, y decían: ‘¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?’ Pero Saulo mucho más se enardecía, y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.” (Hechos 9:21-22)
Saulo era uno de esos personajes sacado de una vieja película del oeste, que llevaban un sombrero negro – fácilmente identificable como uno de “los malos de la película.” Aun así, estaba haciendo justamente lo opuesto de lo que había venido a hacer a Damasco. Saulo estaba ahora “probando que Jesús es el Cristo” (en vez de perseguir a los Cristianos), y él estaba siendo cada vez más y más convincente a medida que predicaba. Todos estaban realmente confundidos – Saulo, simplemente, no era la misma persona.
Sabemos que los judíos que Vivian en Damasco se sintieron desconcertados y sorprendidos al ver que Saulo había cambiado su discurso completa y radicalmente – yo me pregunto cómo se habrán sentido aquéllos más cercanos a él. Me pregunto si ellos se sentaron con él y trataron de convencerlo; si trataron de hacerle entender las consecuencias de su cambio; cómo su posición en el trabajo o en la iglesia estaba siendo afectada (él era un Fariseo); o cómo se sentiría su familia. Yo no creo que Saulo habló con su empleador o con su familia antes de embarcarse en su nuevo ministerio, y no creo que pretendieran persuadirlo antes de que comenzara. ¿Qué clase de coraje y convicción se requiere para que uno revierta completamente posturas previas, palabras, y el trabajo de toda una vida, tal y cómo Saulo lo hizo? ¿Cómo reaccionarían tus amigos y familiares?
Acaso ¿Necesitas el permiso de alguien más para cambiar? ¿Hubiera Saulo resultado tan efectivo en su ministerio si hubiera requerido la aprobación de otros antes de comenzar? ¿Acaso Saulo permitió que su pasado determinara o dictara su futuro? ¿Lo permites tú? ¿Qué relaciones, actitudes o comportamientos previos necesitas cambiar? ¿Dónde puedes comenzar a partir de hoy? Es tiempo de cambiar, de buscar a Cristo y su justicia.
Fuente Liga del Testamento
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