Consultorio para el Alma | Oír no es igual a Ser Salvo

 

Por: José Rojas

«Pues no son los oidores de la Ley los justos ante Dios, sino que los que obedecen la Ley serán justificados» Romanos 2:13

Una vez le preguntaron a un exitoso inventor y hombre de negocios: «¿cuál es la clave de su éxito?» él respondió «¿Usted sabe qué se ha dicho acerca de cada uno de mis productos? Siempre hay quien viene a mí y me dice, -Yo he pensado en eso también – debí haberlo patentado. Muchas personas tienen buenas ideas, pero no hacen nada con ellas. Cuando tengo una idea, no solo pienso en eso – la escribo, obtengo una patente, y luego busco la forma de llevarla al mercado.» Pienso que es el mismo concepto del que Pablo está hablando en el pasaje de hoy, escuchar la Escritura y ser salvo son dos cosas diferentes. Para ser salvos no solo debemos oír lo que dice la Escritura – debemos actuar consecuentemente.

Uno de los grandes peligros para aquellos de nosotros que amamos leer y estudiar la Biblia está en pasar todo nuestro tiempo leyendo y estudiando – no haciendo lo que dice. Santiago 1:23-25, «Si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, ese es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural; él se considera a sí mismo y se va, y pronto olvida cómo era. Pero el que mira atentamente en la perfecta ley de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.»

A menudo escucho decir «la gente se pierde porque no han oído sobre Jesús.» Siempre me siento obligado a corregir esta línea de pensamiento porque hay muchos que han oído sobre Jesús y aún permanecen perdidos – escuchar no es igual a ser salvo – la gente se pierde porque son pecadores. Conocer las Escrituras no significa que somos salvos al igual que la lectura de un libro de béisbol no convierte al lector en un jugador de béisbol. ¿Pues, cómo uno se convierte en un jugador de béisbol? Correcto, jugando béisbol. Es bastante simple para nosotros como cristianos también – leer y conocer las Escrituras no es suficiente – tenemos que ser también hacedores de la Palabra. ¿Qué ha leído usted hoy en la Escritura? Supongo que la mejor pregunta es ¿qué hará usted hoy con respecto a lo que leyó?

Fuente Liga del Testamento

joserojastrejo68@gmail.com

 

 

 

 

 

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