Consultorio para el Alma | ¿Mantendremos esto en silencio?

 

 

joserojastrejo68@gmail.com

Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgan ustedes a los que están dentro? (1 Corintios 5:12)

Como en los días de Pablo, se necesita mucho coraje para no comprometerse. Adoptar una actitud contra el pecado en nuestras iglesias. Decir clara y vigorosamente: «Esto es pecado». Cuando esto se hace correctamente, pienso que el creyente que esté en pecado admitirá y cambiará sus caminos. Justo como el Rey David cuando fue encarado por Nathan por su relación adúltera con Betsabé (2 Samuel 12:1-13).

 También encontramos que el hombre cuyo pecado es el sujeto de nuestro paso hoy, en última instancia encontrará su camino al arrepentimiento (2 Corintios 2:6-7): «Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos. Así que, al contrario, ustedes más bien deben perdonarlo y consolarlo, para que no sea consumido por demasiada tristeza.» El arrepentimiento, el nuevo compromiso, la renovación y la regeneración son el resultado de cuando el pecado es correctamente encarado y tratado por la iglesia.

Pablo diría que escribió éstas instrucciones (entre otras) para el bienestar y la mejoría de la iglesia. Demasiado a menudo oigo una perspectiva completamente diferente en nuestras iglesias: «Deje las cosas tranquilas. No queremos sacar al aire nuestra ropa sucia.»

Pero este no siempre es el caso. Hace unos años, fue un poco chocante porque en la conclusión del servicio de adoración, de la iglesia que visite en ese momento,  el pastor mayor y mayor de los Ancianos avanzaron para estar de pie detrás del pastor juvenil y su esposa, cuando él admitió una dependencia por la pornografía.

El pastor juvenil entonces dimitió de su posición. Al principio pensé, «¡Oh!, eso fue un poco inadecuado». Pero en realidad el coraje del pastor y la posición de la iglesia en cuanto al pecado- No seria tolerado-  Un año o dos  más tarde, asiste a la misma iglesia. Me causó sorpresa que la iglesia (sin tener en cuenta la economía pobre) experimentara un gran crecimiento, vitalidad y renacimiento. ¿Por qué? Porque el pecado había sido juzgado y quitado de la iglesia.

¿Se ha convertido su iglesia demasiado tolerante con el pecado? ¿Qué dice la Escritura? ¿Cómo tratará usted con el pecado que existe en su propia vida?

 

Fuente Liga del Testamento

 

 

 

Salir de la versión móvil