José Rojas/ joserojastrejo68@gmail.com
Y otra vez dice Isaías: “Estará la raíz de Isaí y el que se levantará para gobernar a las naciones, las cuales esperarán en él” (Romanos 15:12)
Pablo citó los Salmos en el versículo 9, Deuteronomio en el versículo 10, e Isaías en el versículo 12. Los Salmos, la Ley, y los Profetas han sido todos representados ya que Pablo ha continuado enfatizando que Jesús vino para los Gentiles así como para los judíos.
Los judíos podrían haber dicho: «Esos gentiles no tienen ninguna herencia espiritual. No tienen ninguna teología propia, tienen que tomar prestada la nuestra.» Sin embargo, Pablo dice: «Tal vez, pero Jesús está todavía en medio de ellos.» Por otra parte, nosotros los Gentiles podríamos decir: «Esos judíos no tienen una pista. Están demasiado atrapados en sus rituales y legalismos.» En respuesta Pablo dice: «Ustedes todavía no entienden. Jesús se hizo un siervo de los judíos para confirmar las promesas de Dios hechas a los Patriarcas.» Tanto las posiciones judías como las gentiles están incorrectas.
Del mismo modo, también tenemos una tendencia de juzgar incorrectamente otras iglesias y las motivaciones de aquellos alrededor de nosotros. Entramos, miramos alrededor y decimos, «Esta iglesia está muerta espiritualmente. Ellos no adoran correctamente ni predican el Evangelio adecuadamente.» Pero la Escritura nos dice algo inmensamente diferente – ellos lo entienden, nosotros no. El Señor nos dice, «estoy presente, estoy en su medio. Ellos están reunidos en mi nombre. Ellos me aman, entonces deje de juzgarlos.»
El Señor es grande y magnánimo. Nosotros somos pequeños e insignificantes. Miramos a los otros y decimos, «Ellos simplemente no tienen el mismo fervor espiritual que nosotros.» El Señor dice, «Déjelos amarme a su manera. » ¿Necesita darle a alguien que usted conoce el espacio para adorar de una forma diferente a como usted lo hace? ¿El Señor los acepta a todos ellos, lo hará usted?
Fuente: Liga del Testamento