Consultorio para el Alma | Las Ventajas de la Salvación: Paz con Dios | Por: José Rojas

 

Tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,… (Romanos 5:1)

Durante la Segunda guerra mundial, el Teniente Hiroo Onoda fue enviado por el ejército japonés a la remota isla filipina de Lubang para dirigir la guerra de guerrilla. Lamentablemente, nunca le dijeron oficialmente que la guerra había terminado. Así que durante 29 años, Onoda siguió viviendo en la selva, listo para cuando su país necesitara sus servicios y la información que tan cuidadosamente supervisó y almacenó.

El 19 de marzo de 1972, el Teniente Hiroo Onoda fue finalmente convencido por su antiguo oficial al mando, que la guerra se había terminado. Onoda escribió estas palabras para describir sus sentimientos: «¡Realmente perdimos la guerra! ¿Cómo podrían ellos haber sido tan descuidados? De repente todo fue negro. Una tormenta rabió dentro de mí. Me sentí como un tonto por haber estado tan tenso. Aún peor, ¿qué había estado yo haciendo todos estos años? Gradualmente la tormenta disminuyó, y por primera vez realmente entendí: mis treinta años como guerrillero para el ejército japonés habían terminado abruptamente. Este fue el final.»

Pienso que así es como Dios nos ve a muchos de nosotros – la guerra ya acabó hace tiempo y aún seguimos luchando. Decimos: «Espero que el Señor no se moleste conmigo por hacer esto o aquello.» No entendemos – la guerra se acabó, la obra ha sido terminada, y está acabada. Jesús dijo en Juan 14:27: «La paz les dejo, mi paz les doy;» Y en Mateo 11:28: «Vengan a mí todos los que están trabajados y cargados, y yo les haré descansar.» Esto no es un intervalo de espera o un descanso en la acción, sino la clase de paz eterna que viene de saber que Dios ya no sostiene un cargo contra nosotros – y ya no somos culpables. La paz es la primera «Ventaja de la Salvación» y la justificación por la fe en Jesucristo.

Un psicólogo cristiano una vez dijo: «El único modo de que una conciencia culpable pueda realmente aliviarse es en la Cruz del Calvario. «¿Está usted todavía en guerra? ¿Todavía se castiga usted por el pasado? Dios le ha perdonado – ¿aceptará usted Su paz?

Fuente Liga del Testamento

joserojastrejo68@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

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