Consultorio para el Alma/ Enfrentando nuestros miedos

 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.     Isaías 41:10

 

 Si yo voy caminando  y veo una serpiente de cascabel a mis pies, debo sentir miedo, reaccionar precipitadamente podría provocar que la serpiente me muerda. Si una abeja se posara sobre mí, no debo reaccionar a ella para prevenir que me pique. La picadura de la abeja y la mordida de la serpiente son mecanismos de defensa diseñados para su propia protección.

El miedo es una respuesta dada por Dios al peligro. Algunas veces podemos ver claramente de dónde proviene el miedo, pero en otras ocasiones está oculto, causando un impacto emocional más profundo. Dios nos creó para que reaccionemos al miedo en una forma protectora y respondamos peleando, huyendo o paralizándonos.

 Aún cuando el miedo es una emoción natural dada por Dios, el temor no lo es. El temor hace que vivamos como prisioneros, en constante preocupación por una amenaza que podría o no existir. Podemos vivir en un estado de temor cuando nos sentimos amenazados, sea física o emocionalmente, en estas tres áreas: amor,  importancia y seguridad.

 Siente que peligra el amor de los demás hacia usted. ¿Alguna vez usted teme perder a alguien importante en su vida? Tal vez ha pensado: “Si pierdo a la persona más querida en mi vida, no sabré qué hacer o cómo podré seguir viviendo”. Usted podría temer perder relaciones si su comportamiento, talentos o habilidades no son “suficientemente buenos”. O quizás se trata de un atractivo físico que está decayendo y usted teme perder el afecto de otros si comienza a verse mayor o aumenta de peso. La solución al temor de perder el amor de otros es saber que el Señor le ama más allá de toda medida. “Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra.” (Salmo 103:11)

Su significado o sentido de identidad se siente en peligro.

 ¿Se encuentra temeroso de perder su sentido de identidad? Tal vez usted ha pensado: “Si pierdo mi trabajo, pierdo todo lo que he luchado por alcanzar”. Usted teme perder el sentido de realización, pensando que es un fracaso si no alcanza sus metas. O le preocupa su reputación, temiendo que otros le perderán respeto si llegaran a conocer quién realmente es usted. La solución para sobrepasar el temor a perder su importancia, es comprender su valor para Dios. Él eligió salvarle y ha planificado un futuro para usted. “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29:11)

Siente que peligra su seguridad.

 ¿Se preocupa usted por su seguridad financiera? Tal vez haya pensado: “Si no hago un buen trabajo en este proyecto, podría perder mi empleo. Entonces no podré mantenerme o mantener a mi familia”. Quizás usted teme perder su casa y no tener dónde vivir, no tener medios para sobrevivir. O tal vez teme por el deterioro de su salud física; quizás a usted constantemente le preocupa enfermarse o morir. La solución está en saber que la seguridad verdadera y duradera se encuentra en una relación personal con el Señor. “En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo? ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales?” (Salmo 56:11)

Dios puede ayudarnos  cuando experimentamos temor y peligro. Acudamos a Dios y tomemos seriamente este versículo: “…Cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza.” (Salmo 56:3).

Visítanos en nuestra sede LBN, situada en el Edf Julijuán 1er, piso oficina 4.Todos los domingos a las 10am.  Local de Acoinva…. Fuente: Serie devocional

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