Consultorio  para el Alma | El Costo Personal de Salvar Vidas | Por: José Rojas

 

Salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones. Hechos 20:23

A continuación se presenta la letra de la canción de Fray, “Cómo salvar una vida”, escrita por Isaac Slade el cantante/pianista, la cual está basada en sus experiencias personales al trabajar como mentor en un campamento de varones para adolescentes problemáticos:

Paso uno tú dices “tenemos que conversar”

El camina, tú dices “siéntate es tan solo una conversación”

Respondiéndote, él sonríe amablemente

Simplemente tú miras fijamente, amablemente directamente sobre él .Alguna clase de ventana hacia tu derecha

Así como él se va hacia la izquierda y tú te quedas a la derecha. Entre las líneas del miedo y la culpa

Y te empiezas a preguntar por qué viniste

 

Estribillo

Donde fue que me equivoqué, perdí un amigo

En algún lugar lejos en la amargura. Y me gustaría haberme quedado sobre ti toda la noche. Si hubiese sabido, como salvar una vida.

Muchos de quienes hemos perdido a un familiar, amigo o ser querido, podemos relacionarnos con los sentimientos de frustración, vacío, y de culpa que expresa el compositor, «¿Dónde fue que me equivoqué?; En algún lugar lejos en la amargura; Y me gustaría haberme quedado sobre ti toda la noche; Si hubiese sabido — cómo salvar una vida».

En nuestro pasaje de hoy, Pablo no se preguntó cómo salvar una vida, él sabía: Jesús. El único problema fue que llegó con un mayor sacrificio personal. Muchas veces nos sentimos culpables por cosas que sabemos que debimos haber dicho o hecho, pero que sin embargo, no hicimos el esfuerzo o nos tomamos el tiempo para hacerlo. El amor de Pablo por el Señor era tan grande que a pesar de que sabía que la «prisión y sufrimientos» lo esperaban, siguió adelante. En otras palabras, Pablo estaba totalmente comprometido a salvar vidas, incluso si eso significa perder la suya.

Esperemos que ninguno de nosotros tenga que tomar la decisión de sacrificar su vida por la de otro; pero ¿qué pasa con otro recurso muy preciado – el tiempo? ¿Por qué no ofreces tu día, cuando un joven en problemas necesita un poco de orientación? ¿O el tiempo para dormir en la mañana para ayudar a un amigo con un problema de pareja? Verás todos tenemos oportunidades de hacer una diferencia y de salvar vidas todos los días, si se desea. ¿Qué vida salvarás?

Fuente : Liga del testamento

joserojastrejo68@gmail.com

 

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