…Y la circuncisión es la del corazón,[o] en espíritu y no según la letra. La alabanza del tal no viene de los hombres, sino de Dios.(Romanos 2:29)
En 1623, John Donne escribió estas palabras en su texto («Lealtad en Ocasiones Emergentes»): «Si considerando el peligro de otro, me hace meditar en el mío, entonces me aseguro de someter mi recurso a mi Dios, quien es nuestra única seguridad”. Por un momento piense en esas palabras.
A su manera, John Donne expresó la respuesta que Pablo esperaba sacar de nosotros: Tenemos que ser cuidadosos, nuestra circuncisión es del corazón – no un aspecto externo para que otros lo vean; una circuncisión por el Espíritu Santo – no según la letra; y con la alabanza que viene de Dios – no de los hombres.
John Donne entendió que Dios «es nuestra única seguridad.» Cuando somos realmente circuncidados en el corazón, nuestro interés es la alabanza de Dios, no la de los hombres.
¿Está usted motivado por la alabanza de Dios o la alabanza de los hombres? ¿Cómo se asegura usted? John Donne contestó: «sometiendo mi recurso a mi Dios.» En otras palabras, volviéndome a Dios como la única opción – no una de muchas. ¿Ha llegado a ser Dios su única seguridad o todavía busca usted la alabanza de los hombres?
Fuente Liga del testamento
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