Consultorio para el alma | Cuenta tus Bendiciones | Por: José Rojas

 

“Los soldados, tomando a Pablo como se les ordenó, lo llevaron de noche a Antiparas. Al día siguiente, dejando a los jinetes que fueran con él, volvieron a la fortaleza. Cuando aquellos llegaron a Cesárea y dieron la carta al gobernador, presentaron también a Pablo delante de él. El gobernador leyó la carta, y preguntó de qué provincia era; y al saber que era de Cilicia, le dijo: –Te oiré cuando vengan tus acusadores. Y mandó que lo vigilaran en el pretorio de Herodes”. (Hechos 23:31-35)

Pablo ha llegado, bajo custodia a la ciudad costera de Cesárea. Tomate un momento y vuelve a leer el último versículo de nuestro pasaje de hoy:” Y mandó que lo vigilaran en el pretorio de Herodes«. No es un mal lugar para estar encarcelado. Comida gratis y alojamiento de lujo; no era como cuando él estaba en la cárcel. Pablo pasó dos años en la playa bajo custodia de protección. Claro, él no era libre de ir y venir a su antojo, pero podría haber sido mucho peor.

A medida que leí el pasaje de hoy, pensé en cómo Pablo podría haberse estado sintiendo. ¿Estaba enojado y frustrado que estaba encarcelado, y no podía continuar su ministerio? ¿O continuaba en confianza de la buena voluntad de Dios? (Jeremías 29:11, » Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis.») Me pregunto si Pablo se levantaba todos los días, bien descansado, se asomaba a la playa desde su alojamiento de lujo, y decía: «¡Wow, gracias a Dios!». Quizás el Señor necesitaba frenar un poco a Pablo, que las cosas se tranquilizarán, y le dio un año sabático extendido para escribir algo. Tal vez la única manera de hacerlo era poniéndolo bajo «arresto domiciliario» durante dos años. Es sólo una idea.

En la casa  Materna en un lugar discreto y a la vista hay una placa que dice: «La felicidad es querer lo que tienes» Siempre me ha gustado este dicho, sobre todo porque soy una parte de lo que ella tiene (y es bonito ser querido). ¿Cuándo fue la última vez que hiciste una lista de lo mucho que Dios te ha bendecido? Haga una lista en este momento de lo que tienes. Aléjate del deseo — lo que quieres — y acércate a la gratitud — lo que tienes. ¡Dale gracias y alaba a Dios nuestro Padre porque él es bueno!

Fuente Liga del Testamento

joserojastrejo68@gmail.com

 

 

 

 

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