Consultorio para el Alma | Cristianos con Derechos Mundanos | Por: José Rojas

José Rojas

joserojastrejo68@gmail.com

…sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinarais, para que nosotros reináramos también juntamente con vosotros! (1 Corintios 4:8)

En la primera lectura de nuestro pasaje de hoy, me sentí confundido. ¿De qué hablaba Pablo? ¿Qué quiso decir él con «¡Y ojalá reinarais, para que nosotros reináramos también juntamente con vosotros!» Entonces comprendí que Pablo hablaba desde una perspectiva terrenal.

De hecho, los Corintios se parecían mucho a nosotros. Ellos pensaron que tenían el control de su mundo; tomaron sus propias decisiones; y consideraron que las bendiciones dadas por Dios de libertad, riqueza y prosperidad eran su derecho de nacimiento. Ellos eran una sociedad con derechos – no diferente a la nuestra. ¿Cómo es esto? En este país, somos relativamente libres, hasta los momentos, de la persecución religiosa (como los Corintios). Tenemos un nivel de vida regularmente aceptable, comparado con gran parte del mundo, que sufren mas miseria y pobreza, (los Corintios también). Estamos bendecidos con una variedad asombrosa de pastores talentosos – accesibles por la radio, la televisión e Internet (los Corintios tenían tanto a Pablo como a Apolos para enseñarlos).

Lamentablemente, a pesar de todas estas bendiciones, pocos de los Corintios hacían algo productivo con su abundancia dada por Dios. Mejor dicho, su repletura de orgullo había salido de control. Ellos pensaron que reinaban sobre la iglesia. Y como reyes, ellos esperaban y exigían a sus pastores que sirvieran a su discreción.

En  el pasaje de hoy, Pablo muestra un poco de sarcasmo puntiagudo. Los Corintios pensaron que la comodidad material en este mundo los colocó a un nivel más alto que otros (incluyendo a Pablo). Ellos habían olvidado que todas las bendiciones vienen de Dios. Cuando miro alrededor nuestras iglesias hoy, veo a algunos que comparten la actitud de derechos de los Corintios. Recuerde, el personal de la iglesia no existe para ser sirvientes de nosotros como si fuéramos reyes y reinas. ¿Es la función de su pastor servirle a usted o a Dios? ¿Y el otro personal de la iglesia? ¿Honra usted el sacrificio financiero que muchas de aquellas personas hacen para servir Dios trabajando en su iglesia?

Fuente. Liga del Testamento

 

 

 

 

Salir de la versión móvil