Vienen tiempos donde debemos estar más atentos a las directrices de Dios, porque la mayoría de los ataques vendrán de manera subliminal, inofensivas y encubiertas.
Habrá una gran turbulencia en el plano natural ya que los tiempos no son buenos. Muchos continuarán edificando imperios personales, pero estos quedarán a un lado del camino.
Habrá una conjunción de tormentas. Descomunales de las tinieblas que se levantaran sobre la Iglesia, atacaran a los escogidos de Dios, pero estos terminaran aniquilados entre sí. Las circunstancias políticas, económicas y sociales comenzarán a desplegarse de manera acelerada, todo proceso de cambio iniciado años atrás, cobrará una vigencia insospechada, para lo cual la Iglesia debe de estar de pie, ser atalaya en la oscuridad. Nadie podrá detener lo que Dios ha comenzado .El Señor tiene el control soberano de todo proceso que se avecina.
En este tiempo de aceleración hay que ser cuidadoso en los proyectos en que nos veremos involucrados, por lo que urge la necesidad -Iglesia-de desarrollar el discernimiento espiritual. El escenario mundial está preparado para representar una gran mentira, el objetivo del Nuevo Orden Mundial (NOM), es desviar la atención hacia acontecimientos elaborados y dados como veraces, que persiguen impedir el avance del Reino de Dios, la gran reforma del gobierno apostólico.
Dios es soberano y su manifestación será propicia para que desaparezca el velo de mentira que las fuerzas diabólicas han arrojado sobre la Iglesia, hasta el punto de haber llevado a muchos cristianos a pelear por posiciones políticas determinadas.
“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros”-dice el Señor-“Planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza” Jeremías 29:11