«Es la época más maravillosa del año», solemos decir, pero las Navidades también representan un momento en que los niveles de estrés se ponen por las nubes. Para ayudarte a lidiar mejor con esta feliz pero estresante época del año, hemos reunido algunos consejos importantes para que te olvides del estrés y que estos días sean más agradables.
Establece un presupuesto
En primer lugar, asegúrate de que tomas en cuenta todos tus gastos habituales para no quedarte corto con las facturas, como el alquiler o el pago de la luz. Planifica cualquier otro gasto durante las vacaciones, incluidas las fiestas que puedas realizar o las visitas a amigos o familiares.
Una vez que todos estos elementos han sido restados del presupuesto, puedes calcular qué cantidad puedes gastar en regalos. Ser organizado y realista acerca del presupuesto nos ayudará no gastar de más.
Toma una decisión cada vez
No olvides separar las decisiones relacionadas con los gastos. Tratar de tomar demasiadas decisiones a la vez puede ser abrumador, lo que puede llevar al agotamiento tanto de nuestra fuerza de voluntad como a un mayor riesgo de gasto excesivo.
Evita las tentaciones
A menudo es imposible alejarse de las tiendas (y sus atractivos descuentos) y los centros comerciales por completo durante la temporada festiva, pero limitar el tiempo que pasas en estos lugares también puede ayudarte a controlar tus gastos. Controla los gastos impulsivos llevando solo el efectivo que puedes necesitar para las compras, dejando todas las tarjetas de crédito y débito en casa.
Sé realista
Sentido común ante todo. A pesar de los grandes planes, ningún evento funciona a la perfección, y esto también es cierto para las celebraciones navideñas. En lugar de acumular estrés en el camino de cualquier percance que pueda ocurrir, vea estas calamidades en miniatura como una oportunidad para ejercer flexibilidad y resistencia. Cenar con 30 minutos de retraso, ensuciarse con comida el atuendo festivo o tener un árbol torcido no arruinará este día. En cambio, creará buenos recuerdos que podrás recordar en los años venideros.
Tómate tu tiempo
Llevar el mundo sobre tus hombros y tratar de lograr todo solo durante las vacaciones puede hacer mella en tu mente y tu cuerpo. Pide ayuda para llevar a cabo algunas de las tareas de esta época del año y tómate también un tiempo de descanso. No estar estresado te beneficiará a ti y al resto de tu familia. Concéntrate en hacer algo que te resulte relajante para recargar energías, como leer un libro, ver una película navideña, escuchar música o coger cita para un masaje.
Evita comer en exceso
La Navidad es la temporada de la indulgencia, y ya sea una fiesta o una cena familiar, estamos rodeados de comidas extravagantes y bebidas alcohólicas. Hay mucho y muy variado. Aunque muchos de nosotros solo ganamos medio kilogramo extra durante el período de vacaciones, esos gramos puede acumularse en los próximos años y contribuir a la obesidad en etapas posteriores de la vida, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Diviértete
Mientras adornas el árbol u horneas galletas festivas, olvida todos lo que queda por hacer en la lista de tareas y otórgate permiso para divertirte. La risa es una herramienta estupenda en la lucha contra el estrés: mejora el estado de ánimo, estimula el corazón, los pulmones y los músculos, y también libera endorfinas. La risa también aumenta la circulación, ayuda a los músculos a relajarse y disminuye los síntomas físicos asociados con el estrés. Sea en la forma que sea, asegúrate de incluir humor navideño, risas y carcajadas. Incluso esperar un evento divertido aumenta las hormonas que inducen la relajación y disminuyen las hormonas del estrés