A las 12:00 m se cumple la primera mitad de la jornada de las elecciones regionales, según el horario establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para este domingo.
El proceso, que ya contaba con la reubicación de 274 centros de votación, también suma a la lista de inconvenientes para los electores la “operación morrocoy”, fallas en el servicio eléctrico y amedrentamiento a los votantes por parte de ciudadanos afectos al oficialismo.
Las primeras denuncias llegaron al inicio del proceso, cuando la instalación de las mesas en diversos puntos del país, entre ellos centros de votación de los estados Zulia, Miranda y Mérida, se vio retrasada por el impedimento del acceso de testigos acreditados por el CNE o fallas en las instalación máquinas de votación.
Al menos dos horas tomó normalizar el arranque de las votaciones en las que se eligen a los 23 gobernadores en el país.
Otra denuncia que se registró fue el sabotaje eléctrico en varios centros electorales del país.
“Le tienen miedo al voto del pueblo, no hay obstáculos que puedan impedir que los venezolanos dejen de votar», expresó el dirigente de Primero Justicia Brian Fincheltub.
Una vez que los centros de votación se encontraban operativos, las máquinas de votación comenzaron a fallar, por lo que deben ser sustituidas. El lapso de tiempo para este proceso se ha extendido más de lo esperado por los electores que se mantienen a la espera de poder sufragar. La falta de cooperación de los integrantes del Plan República es otra de las razones que aluden los ciudadanos para el retraso del proceso.
Lea también
Los venezolanos llamaron a votar este domingo a pesar de la demora que se presentó en la apertura de los centros.
Desde el inicio de la jornada, los amedentramientos de afectos al oficialismo también han afectado a los ciudadanos que salieron a sufragar. En el estado Trujillo y Zulia, así como en Guarenas y Petare, en Miranda, los electores fueron asediados cuando esperaban en los centros de votación.
El proceso finalizará a las 6:00 pm, pero el reglamento establece que si al momento del cierre persisten electores en cola, el centro se mantendrá abierto hasta que voten todos los electores.
