Conoce la historia de Miguel, el fotógrafo que camina la carretera trasandina

 

Miguel Zambrano es un joven merideño que se dedica a la fotografía y a recorrer los lugares más impresionantes de Venezuela. Siguiendo el sueño de investigar y retratar la identidad de los andinos comenzó un nuevo proyecto: caminar la carretera trasandina.

Son más de 600 kilómetros que debe recorrer antes del 31 de diciembre, tiempo que le ha permitido conocer realidades muy locales que retratan la región de Los Andes. Las cuales quedan reflejadas en su cámara y también en su investigación.

¿Cómo inició la idea?

Contó en una entrevista para NTA que hace tres años fue nominado como joven explorador de National Geographic, en donde tenía que postular un proyecto sobre cómo interactúa el investigador y fotógrafo con su territorio, las montañas de Venezuela.

Esta solicitud fue captada por Miguel como una pregunta, que lo llevó a cuestionarse la identidad del andino. En medio de este dilema, Miguel encontró la “Guía general de Venezuela” de Fernando Benett, en donde se dibuja por primera vez la carretera trasandina. Con ello llegó la idea de explorar los mismos lugares que visitó Bennett hace 100 años y descubrir la identidad de Los Andes en la actualidad.

Esa propuesta se está materializando, debido a que este 19 de diciembre Miguel cumplió 400 de los 600 kilómetros de caminata, que comenzaron en Táriba, estado Táchira, y culminará en Quíbor, estado Lara, antes del 31 de diciembre, por petición de su mamá.

“Esta idea se inició hace tres años. Tiempo de mucha preparación, investigación y ahorro porque como no tengo financiamiento todo lo pago yo”, dijo Miguel.

 

La identidad de Los Andes, la carretera trasandina

Este recorrido que hace literalmente a pie le ha permitido retratar la intimidad de las montañas y su gente. Aunque pretende hacer un libro y una página web donde se exponga la aventura, explica amablemente a NTA que ha redescubierto la amabilidad de los andinos, quienes le invitan desde una taza de café hasta posada en sus hogares.

“A nivel investigativo el caminar me ha permitido conocer historias que en carro o bicicleta no hubiera podido descubrir. Mientras que a nivel físico, me permite reflexionar mucho sobre este proyecto, puesto que en cada pueblo toma un significado muy valioso”, comentó Miguel Zambrano.

Para el merideño, el caminar entre las frías montañas le concede retratar las historias que normalmente no se cuentan, pero fotografían perfectamente las creencias, los valores y la identidad de los andinos. Este proyecto no es solo una investigación social, también es un redescubrimiento de las características más íntimas de una de las regiones de Venezuela.

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