Bogotá, 20 abr (EFE).- El congresista colombiano José Jaime Uscátegui, del partido opositor uribista Centro Democrático, a quien las autoridades venezolanas inadmitieron el viernes a su llegada a ese país, regresó este sábado a Bogotá y denunció que se le retuvo de manera «ilegal, arbitraria y abusiva».
«Estuve incomunicado y durante 15 horas estuve retenido de forma arbitraria, ilegal, abusiva, me tenían un custodio que me tenía que acompañar hasta para ir al baño», dijo el congresista en el aeropuerto El Dorado de Bogotá tras su regreso de Venezuela en un vuelo comercial con escala en Panamá.
Uscátegui, fuerte crítico de los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dijo que viajó a Venezuela para entregar a la jefa negociadora del Gobierno, Vera Grabe, y al senador de izquierdas Iván Cepeda, fotografías de personas que supuestamente están en poder de esa guerrilla.
«No sé cuál es el secretismo alrededor de las negociaciones con el ELN (…) mi único interés era entregarle estas fotografías al senador Iván Cepeda y a Vera Grabe para que a la hora de firmar cualquier nuevo acuerdo, así sea parcial con el ELN, pongan como condición la liberación de estas personas», explicó el congresista.
Uscátegui iba a realizar una observación política del proceso de paz con el ELN, que celebra en Caracas desde el domingo pasado una «ronda extraordinaria» de conversaciones que pidió la guerrilla y que se extenderá hasta el 22 de abril.
Esta ronda de reuniones se celebra antes del séptimo ciclo de conversaciones, cuyo comienzo, que estaba previsto para el 8 de este mes, fue pospuesto.
El congresista explicó que viajó a Venezuela y que envió con antelación toda su documentación pero que al llegar a Caracas no lo dejaron seguir, sin darle mayores explicaciones.
«Envié todos mis documentos con más de un mes de anticipación a la Embajada de Venezuela aquí en Colombia y ellos estaban completamente enterados de mi asistencia», aseguró.
Asimismo, dijo que desde la mesa de diálogo le dijeron que no le iban a dar un estatus formal de observador, pero que la delegación era consciente de su viaje a Caracas.
Por su lado, la Cancillería colombiana aseguró este sábado en un comunicado que una vez se presentó el incidente activó todos los protocolos para atender la situación.
«Como lo expresamos por los canales apropiados, lamentamos lo ocurrido. Este tipo de casos generan preocupación», expresó la Cancillería.
Igualmente aseguró que desde que fue informada de la situación se estableció comunicación por los canales diplomáticos y consulares al más alto nivel para conocer los hechos y solicitar la garantía al respeto de los derechos del congresista así como su pronto regreso a Bogotá.
«El canciller encargado, Luis Gilberto Murillo; el embajador (en Caracas) Milton Rengifo y la cónsul Fulvia Benavides, estuvieron directamente al frente de la gestión para superar el incidente», detallaron.
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