Por: Luis A. Villarreal P.
Expectantes y preocupados como estamos —porque no es cierto que en Venezuela se está superando la crisis— decepciona no tener los buenos comentarios que las mayorías esperan para mitigar siquiera la incertidumbre cada día más palpable en relación a los propósitos recientemente asumidos por la Plataforma Unitaria Democrática: Organización de Primarias y prosecución del Diálogo en México, para poder concurrir en condiciones imparciales a las ansiadas Elecciones Libres.
En tan corto tiempo se está observando que ‘del dicho al hecho hay mucho trecho’, tal vez porque la impaciencia nos domina y el preciado tiempo se está yendo inexorable no sin mostrarnos cómo brotan contradicciones y dificultades en la realización de ese programa de la Plataforma Unitaria que muchos ‘dirigentes’ asumen pero de acuerdo a sus intereses y conveniencias o contradicciones.
Dicen Primarias, pero en posición adelantada ya están en campaña presidencial. Ellos quieren Primarias para los demás partidos y aspirantes, pero no para sus agendas particulares y disidentes que ya están comprometidas para ejercer un rol disgregante pero jamás unitario para las presidenciales.
Márquez y Picón —rectores opo— andan en una onda de promoción del CNE; según ellos, convenciendo a los demás miembros del ‘cuerpo colegiado’ para que asista a la oposición en las Primarias, con su infraestructura tecnológica y en su ‘deseo’ de incluir los venezolanos que votarían en el exterior. Estos rectores, como se ve, no están en sintonía del compromiso asumido por la Plataforma Unitaria Democrática: unas Primarias sin el CNE.
En este laberinto de incógnitas y desconfianza ya reflejado en las encuestas, se teje ‘deportivamente’ la posibilidad del outsider; de ese personaje mesiánico que ‘por defecto’ recibiría el voto de los venezolanos sin garantía de que se pueda enderezar —en tiempo requerido— el rumbo de Venezuela.
Gerardo Blyde, Stalin González, y otros opositores pertenecientes al proceso de negociación en México ya no hablan de fechas para reactivar el diálogo, simplemente tratan de inculcar o transmitir ‘más esperanza y fe’ frente al dogma de creer que el gobierno se dignará a sentarse para negociar y ceder a cambio del levantamiento dosificado de sanciones.
Es una manera de sembrar expectativas, pese a que el infortunado proceso dialoguista ha sido traumático desde su nacimiento, por excusas que lo han hecho infuncional y discapacitado: la insoportable presencia de Vecchio, la ‘necesaria’ incorporación de Saab a la mesa de diálogo, y ahora la supuesta entrega del Boeing 747 detenido en Argentina, han sido según se ve las exigencias oficialistas para proseguir el Diálogo. La oposición negociadora, por indicaciones del Memorando de Entendimiento, hace énfasis en que hay materias que urgen ser discutidas en aras de los requerimientos sociales ¿?
De acuerdo a las declaraciones de Julio Borges en el sentido de que el problema no es el cuestionado, sino Cuba, China, Rusia e Irán, y de que se requiere la participación efectiva de otros países —ahora mucho más porque se ha perdido el Grupo de Lima, a Colombia, a la coalición de intención de otros gobiernos europeos y americanos que ahora están ocupados con la guerra en Ucrania, como EUA mismo—, aunque el ‘gobierno interino’ está perdiendo presencia y reconocimiento ante más gobiernos cada día.
Por si fuera poco, personajes como Luis Almagro, Secretario General de la OEA, firme aliado de Venezuela en este organismo multilateral, ha propuesto una relación de ‘cohabitación’, convivencia oposición-oficialismo, sin dar detalles.
Si bien a la parte opositora gobiernera, sin mucho que esconder ya, le gustaría ser miembro de un ‘gabinete’ oficialista para aparentar transición, no creemos que al chavismo le agradaría hacer gobierno con la oposición. El eco de ‘no volverán’ aturde.
Las buenas nuevas nos las está dando el movimiento de los docentes, que ha dado con sus luchas un ejemplo a los demás sectores de la vida nacional, con su reclamo de adecuación del Contrato Colectivo por parte del oficialismo para que les pague completo lo que les corresponde como educadores. En esta faena de luchas se han querido mimetizar quienes solo hacen proselitismo electoral, pero el magisterio no lo ha permitido.
Estas luchas del sector educativo, han obligado a los empleados y enchufados oficialistas a salir a las calles para confundir y desacreditar ante el mundo los aguerridos esfuerzos de los educadores, y tratar de esconder la terrible situación en la que los aludidos, con sus míseros sueldos y otras exiguas remuneraciones, no pueden costearse atención médica ni las necesidades básicas de vestido y alimentación, tampoco sus servicios. Pero el gobierno cuestionado persiste en pedir a los educadores ‘un sacrificio por la patria’.
Estados Unidos, cuyas tensiones geopolíticas y problemas con China y Rusia, y el compromiso con la UE y Taiwán, son su prioridad, pese a la nueva realidad en Colombia con la presidencia de Petro, sigue sin darnos a entender qué es lo que oportunamente hará por Venezuela —y por toda la región— para reivindicar los valores democráticos y frenar la tendencia populista y autoritaria —es decir, la extrema pobreza y la emigración— en Latinoamérica entera.
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