Concejo de Rafael Rangel celebró los 202 años de la batalla de Carabobo

 

Eduardo Viloria / DLA

Adolfo Contreras un magister en educación, actual concejal  del Ayuntamiento de Rafael Rangel fue el orador de orden de una sesión especial convocada por el Ayuntamiento de Rafael Rangel, con motivo de estarse cumpliendo 202 años, del encuentro bélico que selló la independencia de nuestro país, con lo cual se logra la independencia del Imperio Español

La sesión señalada, se cumplió a a las 9,30 de la mañana de este lunes 24, día también del conductor espiritual o patrono de la tierra del sabio investigador, San Juan Bautista.

Ofrenda floral de los integrantes del Concejo de Rafael Rangel.

 

La sesión

En la sesión convocada se encontraban presentes  los concejales Oswaldo Puche, presidente del cuerpo y tres ediles mas  el orador de orden Adolfo Contreras, Jenny Viloria y Marcial Puche, los cuales conformaban el quórum legal del cuerpo que les permitió realizar la sesión especial convocada, donde además también se encontraban la Alcaldesa Sonia Silva;  El Cronista local Gustavo Salas  y otros funcionarios de la Alcaldía y de la Gobernación del estado, como lo prefectos y  efectivos policiales.

Ofrenda floral de la Alcaldía.

 

Invasión y Genocidio

Dijo Adolfo Contreras  que con la llegada de los europeos a la América, comienza la más grande  invasión, el mayor genocidio y el mayor despojo, no solo mineral, sino en territorio; trayendo a colación al escritor uruguayo Eduardo Galeano, cuando con mucha claridad  explico: “Vinieron, ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra y nos dijeron : Cierren los ojos y recen y cuando abrimos los ojos ellos tenían la tierra y nosotros teníamos  la  Biblia”. La dominación

Trascurrieron más de 300 años de dominación, hasta aquel 19 de abril de 1810, que desencadenó la declaración de independencia, el 5 de julio de 1811. Pero la tarea  no sería nada fácil ya que sería una declaración de guerra contra España que duraría más de una década y donde la población quedaría sumamente diezmada; comenzando así la búsqueda de hombres honorables, valientes y con experiencia en el campo miliar, sucediéndose el retorno a la patria de Sebastián Francisco de Miranda a su tierra, a quien tenemos muchos que agradecerle por ser el más universal de los venezolanos.

Las nuevas autoridades instauradas  en la Primera República, expreso el orador, cuando se ven con el agua al cuello lo declaran generalísimo para contrarrestar  el ejercito bien organizado y apertrechado del General Monteverde, quien se hace de Puerto Cabello la principal plaza, debido a un error del joven Simón Bolívar, lo cual coloca a la Capital en un gran peligro, sobre todo para la población civil. Miranda el enterarse de la perdida de Puerto Cabello expreso en francés: Venezuela esta herida  en el corazón; capitulando  para proteger la ciudad de la destrucción total, lo cual, es catalogado como un acto de traición y es entregado por Bolívar y otros patriotas a los españoles, que siempre estuvieron detrás de él y llevado a la Carraca, donde sus restos se perdieron en un rincón de nostalgia, cayendo  también la primera República.

A partir de ese momento, dijo Adolfo Contreras, caía la primera  República  y empezaría una verdadera carnicería en todo el continente. Se aprendió de las derrotas, se aprendió de la traición y del divisionismo; forjándose en la patria el hombre nuevo que soñaba con la libertada y con la patria buena, como una vez canto Alí Primera, entendiendo éllos que la patria es el hombre.

Diploma para el orador de orden.

 

Carabobo

Al despuntar la aurora del 24 de junio de 1821, el ejercito republicano se pone en movimiento, apresta las armas, deja en el campamento todos los equipajes, ganados y semillas que pudieran embarazar su marcha, percibiendo la pelea, recorre lleno de entusiasmo la distancia que media entre las llanuras, testigos de sus pasados triunfos.

Nuestra infantería lucha bizarramente, inferior  en muchos a los contrarios, atraviesa la difícil quebrada un grupo de jinetes de Páez, encabezado por el valiente capital Ángel Bravo, y parte del escuadron primero de Lanceros, a las órdenes del Coronel Muñoz, y a tiempo llegan para hacerle  frente a la los húsares de Fernando VII y a los dragones y carabinero de La unión en en numero de quinientos caballos, lanzas contra La Torre sobre la extrema izquierda de nuestra línea de batalla con el objetivo de envolverla.

Un aspecto de los asistentes al acto celebrado en la plaza Bolívar de Betijoque.

 

Pedro Camejo

En medio de las inquietantes expectativas  que sufren los dos bandos la llama voladora se detiene, y Páez lleno  de asombro, reconociendo al negro más pujante de los llaneros de su guardia, aquel, a quien todo el ejercito distingue con el hombre de “El Primero”. – Los llaneros llamaban así al Teniente Pedro Camejo, porque su bravura reconocida le llevaba a ser siempre el primero que acometía al enemigo con  toda carga-.

Paez le sale al encuentro y apostrofándole con dureza a su antiguo emulo en bravura en cien reñidas lides le grita amenazándole con un gesto terrible ¿Tienes Miedo?  ¿No quedan ya enemigos?… Vuelve y hazte matar.

Añoro  oír aquella voz, que resuena irritada; caballo y jinete se detienen, el primero ya no puede dar un paso más, dobla las piernas como para abatirse, el segundo abre los ojos que resplandecen como ascuas y se yerguen en la silla; luego arroja por los aires  la poderosa lanza, rompe con ambos manos, poniendo al descubierto el denudo pecho, y exclama balbuceante. Mi General… Vengo a decirle adiós porque estoy muerto. Y caballo  y jinete ruedan sin vida sobre el revuelto polvo. Se deja ver a nuestros llaneros vencedores  lanceando por la espalda a los escuadrones españoles que huyen despavoridos.

Páez dijo Contreras, dirigió una mirada llena de amargura al fiel amigo inseparable compañero en todos sus pasados peligrosos.

Al final Adolfo Contreras dijo: Carabobo dura lo que el relámpago puede decirse que para todos fue, deslumbramiento.

Sobre la frente erguida del vendedor en las Queseras brillaba un laurel  más, de alto precio.

El Libertador desciende a la llanura en el momento que se decide la batalla. Su pronóstico estaba cumplido; el ejército patriota saluda entusiasmado a su inmortal Caudillo.

 

Ofrendas florales

En la actividad cumplida en la plaza que guarda la memoria de nuestro libertador, hubo las ofrendas florales de la Alcaldía, del Concejo y de la Contraloría del municipio, recibiendo al final el orador diploma que le otorgaba el Concejo por la actividad que lo llevó a explicar la batalla de Carabobo. el encuentro bélico de 1821  que permitió lograr la libertada del llamado Yugo Español.

 

 

 

 

 

 

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