Eduardo Viloria / DLA
El concejal del municipio Rafael Rangel dijo en el acto homenaje a nuestro Libertador Simón Bolívar, celebrado en la plaza Bolívar de Betijoque al final de una histórica disertación dirigida a exaltar la memoria de nuestro Libertador; en la oportunidad en que se estaban conmemorando 193 de su desaparición física, en Santa Marta, República de Colombia; “que Bolívar es el gigante que nunca descansó para darnos la independencia y la libertad, expresando además en su disertación, no hablaba de su muerte, porque tu vives, dijo al señalar el bolívar de la plaza que guarda su memoria, en la tierra de Rafael Rangel”.
La invitación cursada por el Concejo que preside Oswaldo Puches, presidente del cuerpo edilicio expresaba; que los actos se iniciarían a las 9 de la mañana, sin embargo los mismos se iniciaron una hora después -10 de la mañana- acatándose una agenda que señalaba la interpretación del Himno Nacional ; Ofrendas de la Alcaldía y Concejo e intervención de la Alcaldesa Sonia Silva; quien no dejó de desear a los presentes y al pueblo en general una feliz Navidad, la cual significa la unión familiar, señalando en sus breve intervención; que Bolívar Vive para todos los americanos
La salutación del Concejo estuvo a cargo del presidente del cuerpo Oswaldo Puches, quien dio paso al orador invitado y su discurso de orden a cargo del también concejal e ingeniero concejal Franklin Plaza.
-Intervención pública de 30 minutos de duración, en cuyo contenido dio a conocer sobre el cariño a la patria, esa que vio nacer a Simón Bolívar un 24 de julio de 1783 “en una familia de origen vasco, de la hidalguía criolla venezolana, muy bien posicionada en la sociedad para ese entonces, Doña María de la Concepción Palacios Blanco y Juan Vicente Bolívar y Ponte, quienes recibieron el día jueves de vigilia, en la noche del 24 de julio de 1783, el nacimiento de un niño en la mansión familiar de la plaza de San Jacinto, a 5 cuadras de la catedral de la ciudad de Santiago de León de Caracas, a quien llamaron Simón; José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios.
Simón Bolívar, explicó Franklin Plaza en su disertación, creció como todos los niños de su rango social, mecido en los brazos de una negra esclava llamada Hipólita, quien también lo amamanto, debido a que su progenitora no podía, no solo lo alimentó Hipólita, dijo, sino que se ocupó del niño, como si fuera propio hijo, por lo cual Simón Bolívar guardaría siempre en su corazón mucha ternura.
Conmemoramos su partida terrenal
Ustedes dirán a manera de pregunta. ¿Hoy se conmemora el nacimiento de Simón José o se conmemora su partida terrenal?
Esto como comencé mi disertación sobre el nacimiento, pero hay que conocer sus raíces para estar aun más claro de quien fue Simón Bolívar. No solo conocer los que no dijeron en nuestras casas de estudios, Simón Bolívar, fue el Libertador de América que luchó por la independencia y liberó 5 naciones. No podemos conformarnos solo con eso.
“Tenemos que profundizar aun mas, sobre la historia, sobre sus hazañas, sus amores, no solo amores con hermosas mujeres, sino amor a la patria, y amor a la independencia. Conocer sus alegrías y sus tristezas. De eso debemos aprender aun mas, nosotros quienes hoy decimos somos bolivarianos y muchas veces no comprendemos que ser bolivariano es ser humanista, solidario, comprensivo y leal a la justicia y causa del proyecto político y social que se asume con el pueblo”.
Simón Bolívar expresó Franklin Plaza, después que murieron sus padres, su progenitora había tomado la precaución de hacer un testamento antes de partir; en el que dispuso, quien debería de quedarse a cargo de sus hijos, por lo tanto los hermanos Bolívar, pasaron entonces a la custodia de su abuelo, Don Feliciano Palacios, que cuando asumió el papel de tutor, se sentía tan enfermo, que comenzó a preparar también un testamento para designar un sustituto como tutor de sus nietos y pidió la opinión a ellos para respetar su voluntad.
Confiado a un tío
Simón Bolívar fue confiado a su tío; Don Esteban Palacios y Blanco, pero como este se encontraba en España, permaneció bajo la custodia de Don Carlos Palacio y Blanco, otro de sus tíos, que por lo visto era un hombre con el que no se llevaba muy bien, por lo tosco, de carácter duro y estrecha mentalidad, que se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender sus propiedades y que por lo tanto, solía dejar a su sobrino atendido por la servidumbre.
El ambiente familiar con sus tíos, influyó emocionalmente en Simón Bolívar, quien huyo de la casa de su tío, pretendiendo vivir en la casa de su hermana María Antonia, lo que dio origen a un pleito judicial, entre su tutor y el matrimonio, Clemente Bolívar, alegando la pareja todas las razones que le asistían a fin de que la real audiencia permitiera que Simón Bolívar vivienda con ellos, pero la audiencia fallo a favor de Carlos Palacios; debiendo obedecer Simón Bolívar. “Es la niñez de quien se convertirá en el hombre más grande de América”, dijo Franklin Plaza.
Cuánto sufrió nuestro Libertador
Cuando emocionalmente, comenzando a vivir; cuanto sufriste Bolívar, dijo el orador de orden de la plaza Bolívar de Betijoque. Imaginándose Franklin Plaza sobre el sufrimiento emocional que tuvo que pasar aquel niño, sobre lo más fundamental el cimiento de un hogar estable. Es tanto que su maestro, quien dirigía su educación Simón Rodríguez, también cuido de él.
El Bolívar Militar y estratega
Franklin Plaza, dijo en relación a los viajes de Bolívar que en 1799 viajo por primera a España, visitando de paso a Veracruz y México, haciendo una corta escala en La Habana, llegando a Madrid, donde se encontraban sus tíos, Esteban y Pedro Palacios.
En Madrid, Bolívar profundizó sus conocimientos literarios y científicos, perfecciono su esgrima, y también su forma de bailar. Frecuento numerosos salones donde se destaco, por su elegancia e inteligencia, siendo así que el año 1800 conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, con quien contrajo matrimonio,
El 15 de junio de 1802 Bolívar decide regresar a su Caracas con su esposa; llegando el 12 de julio a las costas de La Guaira. Después de una corta estadía en Caracas, se trasladaron a la casa grande de Bolívar en San Mateo.
Teresa enfermo poco después, luego de varios meses murió, diagnosticada con fiebre maligna o Fiebre Amarilla.
Esto para Bolívar, preciso el orador, fue muy triste y doloroso, por lo que se dedico a viajar para mitigar la pena que le causó el fallecimiento de su esposa. Jurando en ese estado de ánimo que no volvería a casarse jamás.
En una carta enviada a un amigo que viva en Francia, Bolívar expresa sus sentimientos por la muerte de su esposa, diciéndoles “la he perdido, y con ella la vida de dulzura que alegraba mi tierno pecho, el dolor no me deja un momento de sosiego”.
Bolívar leía mucho, asistía a conferencias y observaba con sagacidad los acontecimientos políticos y militares que estaban cambiando el mundo. Fue la época en 1804, cuando Napoleón fue coronado Emperador, esto impresionó mucho a Bolívar quien admiraba el género militar de Bonaparte, pero critico su subida al trono imperial.
En el curso de sus conversaciones con los sabios Humboldt y Bompland, Bolívar comenzó a abordar el tema de de independencia de América del Sur, se encontró con su maestro y amigo Simón Rodríguez en Francia, juntos viajaron a Italia, en 1805; en Roma, mes de agosto hicieron la ascensión al Monte Sacro, donde Bolívar, de un tono solemne, juro jamás dejar su alma en reposo ni su brazo, mientras la América Hispanoparlante, no sea libre de la dominación española.
Bolívar, dijo el orador en su extenso discurso, regreso a Paris en el año de 1806, a fines de aquel año embarcó un navío que lo condujo a Charleston y en enero de 1807, recorrió una parte de Estados Unidos regresando Venezuela, su tierra amada a mediados del año en mención.
Durante su estadía en la República del norte, tomo conciencia de lo representaba la libertad nacional.
La formación de guerrero que hoy conocemos, la aprendió más que todo en los campos de batalla y los libros, llegando el momento, cuando el 19 de abril de 1810, comenzó en Caracas la Revolución de Independencia, siendo comisionado Bolívar por la Junta de Caracas junto con Luis López Méndez y Andrés Bello, para viajar a Londres y exponer delante del gobierno Británico los deseos de Venezuela.
Bolívar muy en su interior aspiraba a la total independencia, pero el gobierno Británico observo una prudente reserva.
Bolívar estaba de regreso, poco tiempo después, Miranda, regreso también a su Patria, siendo nuestro libertador uno de los más fervientes en pedir al Congreso que proclamara la Independencia.
“Podemos decir de Bolívar muchas cosas, pero nos faltaran muchas horas de cátedra para abarcar todas las batallas en que jugó un papel transcendental y extraordinario, con inteligencia y sabiduría, para lograr las victorias en cada una de ellas. Bolívar era una amenaza para la Colonia Española por lo cual se conspiro mucho contra él. Desde los más allegados hasta los más lejanos, envidiosos que veían y escuchaban sobre sus hazañas en combate.
Imaginemos, dijo el orador, cuantas batallas tuvo que analizar estratégicamente para lograr darnos la independencia, cuantas lunas, cuantos soles, cuantos fríos, cuantos calores, cuantas lluvias, cuantas adversidades, imaginemos compatriotas, lejos él de su familia, de su patria, que lo vio nacer, donde había un objetivo claro, darnos nuestras independencia. Por eso después de más de 200 años de independencia. No podemos apagar el fuego patrio del ideario de Bolívar, donde recibió numerosos reconocimientos y nombramientos a largo de su trayectoria política en casi toda América y en naciones como Venezuela, Perú, Ecuador, Bolivia Colombia y más al Sur, lo que nos lleva a decir que somos un solo pueblo, con culturas diferentes pero con una historia compartida que no podemos olvidar.
En su contra se organizaron diversos atentados, que pretendían acabar son su existencia. Estando vigente las ideas y la exitosa carrera de organizar y participar en los triunfos y batallas que lo que el pueblo le diera al título que le dio, el de Libertador Simón Bolívar, que no está muerto sino vivo y en el alma de los americano y especialmente de los venezolanos, dijo el concejal Franklin Plaza en la plaza que guarda la memoria de nuestro Libertador en Betijoque.
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