Con recipientes en los pasillos recogen el agua de las filtraciones en Unidad de Nefrología del HC

Avanza el deterioro de la Unidad de Nefrología del Hospital Central de San Cristóbal

En la Unidad de Nefrología del Hospital Central de San Cristóbal se debe caminar con cuidado, pues en los pasillos hay cantidad de envases y tobos plásticos de diversos tamaños, con los que el personal que labora en el área intenta recoger las gotas de agua que se filtran por el techo.

 

Pese al esfuerzo del personal, gran parte de los pasillos y consultorios están inundados, y se puede sentir el polvo que desprenden las filtraciones en paredes y techos.

Pese al uso de recipientes la cantidad de goteras terminan humedeciendo todo el piso.
Hasta tobos de gran tamaño sirven para recoger la cantidad de agua que se filtra en las instalaciones

 

 

El consultorio de nefrología pediátrica no puede usarse ante el estado de deterioro

 

En un recorrido por la importante unidad médica del nosocomio, se pudo constatar el avance del deterioro de la obra que fue inaugurada a mediados del año 2009, según datos aportados por los trabajadores del área. Al cabo de un año de su implementación, las enfermeras y médicos notaron que desde los techos se desprendían gotas de agua que se filtraban por las paredes y el cielo raso.

 

El deterioro del área ha venido aumento, al punto que las gotas caen directo sobre el suelo o recipientes que los mismos trabajadores ubican en los pasillos, laboratorios y consultorios.

La nefróloga Natalia Arellano, adjunta al servicio del turno del horario matutino, expuso que el deterioro del área es consecuencia de una obra mal ejecutada, y obliga a los pacientes, nefrólogos y enfermeros que laboran allí, a prestar y recibir un servicio en condiciones de infraestructura muy malas.

 

Los consultorios están fuera de servicio ante la acumulación de agua

«Desde el 2009 comenzó a deteriorarse, ya estamos en 2021 y sigue deteriorándose más y más, perdimos el servicio de laboratorio para los pacientes, ya no pasamos consultas, porque en los consultorios no podemos en estas condiciones», expresó Natalia Arellano, quien labora en en el Hospital Central desde el año 2003.

 

Las condiciones de infraestructura en esta unidad representan también un riesgo para la salud de los trabajadores y pacientes, dado a que pueden afecciones respiratorias, alergias y corren el riesgo de sufrir caídas.

Pocas máquinas funcionando 

Un total de 6 máquinas de diálisis se encuentran inoperativas. Por el momento funcionan 6

A pesar de los charcos de agua por doquier, los médicos atienden a los pacientes que acuden para sus tratamientos de diálisis. Arellano explicó que en una de las salas, de 8 máquinas de diálisis que hay allí,  solo funcionan cinco. Y en la sala de aislamiento covid de nefrología, donde hay dos máquinas, sólo sirve una.

 

En otro salón se pudieron contabilizar cinco máquinas que están fuera de servicio, y no han sido reparadas por falta de recursos,  según manifestó la médico durante el recorrido.

 

«Lo ideal es que todo este servicio sirviera para que pudiéramos atender un stop de pacientes dializándolos y hospitalizaciones de nefrología. Pero esto fue un trabajo que se deterioró tan pronto, sí han venido a evaluarlo, parece que una láminas del techo se separaron, pero el Gobierno no ha hecho absolutamente nada, ni los gobiernos anteriores, ni este», comentó Arellano.

Escasez de insumos 

Los insumos esenciales para la atención de pacientes renales en situaciones de emergencia, también han venido escaseando en el primer centro de salud de la entidad. «Nos faltan las gasas, nos falta el alcohol. Antes teníamos un surtido de catéter  para hemodiálisis, no nos están llegando desde mediados del 2017. Los pacientes deben comprar el catéter o ir al Hospital Militar para que se los den», detalló.

 

Esta unidad registra un alto índice de pacientes, precisa la nefróloga, y es el centro asistencial donde se acogen personas de todos los municipios del Táchira y también se atienden pacientes de Barinas y Apure, por ende, en necesario que se mantenga operativo, pero no en las condiciones como en la actualidad se encuentra.

 
Arellano comunicó que desde que comenzó la pandemia el área de nefrología solo funciona en las mañanas, para casos de emergencia, bajo las terrible condiciones de infraestructura.
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