Con preocupación culmina el 2022 en la ULA Táchira 

Omar Pérez Díaz, vicerrector de la Universidad de los Andes núcleo "Pedro Rincón Gutiérrez" en Táchira

 

Luzfrandy Contreras/DLA.- Según informó Omar Pérez Díaz, vicerrector de la Universidad de los Andes núcleo «Pedro Rincón Gutiérrez» en Táchira, el 2022 cerró con ciertas limitaciones presupuestarias, ausencia de las providencias estudiantiles, desvalijamiento de la institución a falta de seguridad, y confusión ante algunas medidas presentadas por la universidad en Mérida.

Uno de los temas más relevantes es la falta de seguridad, más aún cuando se acerca un receso docente y las instalaciones deban quedar totalmente vacías. Pérez Díaz aseguró, que la institución ha sido víctima de vandalismo, y la afectación principal se observa en los laboratorios especializados y las aulas de clase.

«Vamos a salir a receso docente y una de las preocupaciones que tenemos es la falta de seguridad en la institución, siguen los robos de vidrios y ventanales, del aluminio y en diciembre prácticamente nosotros no tenemos vigilancia. Por eso hago el llamado al general del ZODI, al ciudadano gobernador, al ciudadano alcalde, que nos ayuden a salvaguardar estos bienes patrimoniales, porque son fundamentales y esenciales para desarrollar la actividad académica. En el edificio «A» ya son muchos los ventanales que se han robado», denunció.

 

Limitaciones presupuestarias que apuntan al futuro de la universidad 

 

 

En cuanto a la deficiencia presupuestaria y la calidad del docente universitario, argumentó el vicerrector que la operatividad de la institución podría disminuir sus funciones casi en un 0%. La falta de apoyo por parte del ente nacional genera una preocupación tanto al sector estudiantil que no tiene como adquirir ciertos beneficios que antes ofrecía la universidad, como a los mismos trabajadores que ven menguados sus salarios.

«Nosotros tenemos en este momento dificultades por las limitaciones presupuestarias que hacen que la operatividad de la institución esté bajando a cero, nos faltan insumos, no tenemos las providencias estudiantiles, tenemos esperanzas de poder activar el transporte estudiantil. Esperemos que en el 2023 los entes gubernamentales terminen de entender que la educación es una inversión social. Nosotros tenemos muchas expectativas con la alcaldía de San Cristóbal y la solidaridad que nos pueda brindar, hay algunos aspectos ya tratados, con la garantía de que se puedan ejecutar el próximo año», manifestó.

 

Contradicciones dentro de la universidad 

En otro orden de ideas, Omar Pérez Díaz, criticó algunos lineamientos que se estarían manejando desde la Universidad de los Andes núcleo Mérida, en donde se espera centralizar la inscripción de los estudiantes en varias de las carreras cursantes en Táchira, y según la petición se realizarán pruebas para el ingreso de los estudiantes, situación que es rechazada por Pérez Díaz.

«En cuanto a la matrícula estudiantil, tenemos expectativas positivas para este año 2023, existen para el momento 2300 estudiantes cursantes en las diferentes carreras y tenemos alrededor de 600 nuevos alumnos, el problema es el centralismo también de la ULA en Mérida, que en carreras como Matemática, Geografía y Castellano donde solamente hay 7 o 9 alumnos pretendían hacerles exámenes, pero, si tenemos cupos disponibles y queremos incrementar la matrícula eso no debe ser, ahí existe una contradicción entre la realidad y lo que piensan las autoridades en Mérida», sostuvo.

Sin embargo, a pesar de las adversidades, como autoridad de la Universidad de los Andes núcleo «Pedro Rincón Gutiérrez», manifestó que es importante mantener la mente positiva ante la situación que se pueda vivir para el próximo año 2023.

 

 

 

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