Comunidad se puso las pilas y recupera liceo de La Grita

La fachada cuenta con un esqueleto que la soporta.

Una filtración de aguas, ocasionada por la ruptura de una tubería perteneciente al urbanismo del sector San Vicente, provocó serios daños a las bases del Liceo Ángel María Duque, en La Grita, en el municipio Jáuregui. La estructura comenzó a hundirse, las ventanas comenzaron a doblarse hasta que finalmente decidieron cerrar la institución para realizar un estudio de riesgo.

Han pasado ya casi ocho años desde que se tomó esta decisión, pero el Liceo Ángel María Duque ya está listo para recibir a los alumnos que cursarán el año escolar 2017-2018, pues gracias a los esfuerzos realizados por la comunidad y la directiva del colegio la institución ha recuperado parte del esplendor que tenía hace 50 años, cuando fue fundada.

OCHO AÑOS DE LUCHA se requirieron para poder recuperar este colegio. Luego del cierre por los deterioros en la infraestructura fueron realizados tres estudios que indicaban que las bases del edificio se habían dañado considerablemente.

Fue necesario esperar a que arreglaran la tubería que había ocasionado los daños y también a que se asentara el terreno para poder dar inicio al proceso de recuperación.

Se requirió de un arduo trabajo por parte de la directiva de esta institución educativa para dar continuidad al proceso de formación de un gran número de estudiantes del municipio, quienes recibían clases de educación media en el lugar, e incluso, tras ocho años de cierre, la matrícula se redujo en un 57 %, pues de 1.600 alumnos que estaban inscritos en la actualidad solo 700 acuden al Ángel María Duque.

En octubre de este año el Liceo Ángel María Duque arribará a sus “bodas de oro”, pues cumplen 50 años impartiendo educación de calidad a los jóvenes del municipio Jáuregui

En un principio, el Gobierno regional, a través de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas -Fedes- se encargó de la recuperación del edificio, sin embargo el proceso fue lento, debido a trámites burocráticos. Procedieron a construir un muro de contención profundo alrededor de la infraestructura que tiene como objetivo evitar el deslizamiento del terreno. Además, también ejecutaron una estructura tipo esqueleto por fuera del edificio, la cual permite su fijación y evita que continúe hundiéndose.

En total se invirtió un presupuesto de 32 millones de bolívares para evitar que la edificación terminara de derrumbarse. A pesar de ello, con el pasar del tiempo los trabajos se paralizaron, incluso ante los esfuerzos realizados por la directora y subdirectora del colegio, Nancy Moret y Mercedes Camargo, quienes mantuvieron constantes reuniones, tanto con las autoridades regionales como municipales, para culminar la obra.

COMUNIDAD SOLIDARIA. Ante la imposibilidad de obtener más presupuesto para restaurar la parte interna de la institución, fue creada la Fundación Liceo Civil “Ángel María Duque”, integrada por la directiva del instituto, exalumnos y representantes de la comunidad, quienes se propusieron recaudar fondos para la culminación de las reparaciones.

Reencuentros de exalumnos, potazos, subastas ganaderas y hasta una rifa fueron los eventos realizados por los integrantes de la asociación para obtener recursos. En total lograron recaudar 78 millones de bolívares.

Con este dinero, y el apoyo constante de la comunidad y los empresarios, pudieron acondicionar toda la parte interna del edificio, logrando de esta manera que para el año escolar 2017-2018, el Liceo Ángel María Duque pueda abrir nuevamente sus puertas para la enseñanza de los jóvenes jaureguinos.

El interior del liceo reparado y pintado
Actualmente están puliendo el suelo de granito del colegio.

Liceo Ángel María Duque: pionero educativo en Jáuregui

Anteriormente el liceo funcionó en el Seminario Kermaría

El Liceo Ángel María Duque se fundó un 28 de octubre de 1968, ante la necesidad de contar en el municipio Jáuregui con una institución educativa donde los jóvenes de la localidad pudiesen completar sus estudios, pues antes de su creación debían asistir a clases en otras poblaciones cercanas, entre ellas Colón.

Un grupo de personas preocupadas por el desarrollo educativo promovió la creación de un colegio para La Grita, que cubriera la demanda de la creciente población estudiantil.

Durante sus inicios, desde el año 1968 hasta el año 1975, funcionó dentro de las instalaciones del Seminario Kermaría, propiedad de los padres Eudistas. A partir de 1976 se mudó a la actual instalación.

El liceo lleva el nombre de un ilustre educador de La Grita

Desde su fundación ha tenido tres denominaciones. Primero se llamó “Bachiller Félix Román Duque”, luego Liceo Nuevo de La Grita, y fue mediante el decreto N° 134, de fecha 09 de marzo de 1971, que recibió su actual nombre: “Liceo Ángel María Duque”, en honor a este hijo ilustre y eminente educador de la Atenas del Táchira.

Actualmente la institución se cataloga como la pionera en educación de bachilleres en ciencias, con formación cultural en áreas como danza, música, artes escénicas y artes plásticas.

Desde su fundación la institución ha contado con el respaldo del Liceo Militar Jáuregui, el cual en sus inicios los apoyó con la dotación de mobiliario y durante los ocho años que permaneció cerrado prestó sus instalaciones para la formación de los estudiantes.

 

 


Opina la gente

 

Octavio Sánchez: “Comencé a estudiar cuando quedaba en el Kermaría, y luego nos mudamos a la nueva edificación. Fue buena la idea de que el pueblo de La Grita se encargara de buscar los recursos para terminar el liceo, porque prácticamente estaba que se caía”.

Socorro Contreras: “Considero importante que la comunidad, junto con la directiva del liceo y exalumnos hayan tomado la iniciativa para terminar de arreglarlo, ya han sido muchos años desde que cerró y es muy positivo para los alumnos y los profesores poder volver a estas instalaciones para recibir e impartir educación”

Arturo Guerrero: “Me parece muy bien que la comunidad se haya unido para poder reacondicionar el Liceo, ya que este, además del Jáuregui, es uno de los más importantes de La Grita.  Allí se han formado muchos gritenses a lo largo de estos casi 50 años del Liceo y es bueno saber que no lo dejaron morir”

 


 

 

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