Frente al Casino Militar del municipio Valera, en la parroquia San Luis, los habitantes de la urbanización Valle Verde no reciben agua, ni con electricidad. Hace diez años les construyeron las viviendas, pero no han sido conectados al sistema de distribución de agua por tuberías.
Aunque la electricidad se ha vuelto un problema más con el cual lidiar, los ciudadanos apenas se dan cuenta de la diferencia. Sin embargo, aseguran que su situación empeora. Durante los apagones la estación de llenado de Hidroandes, en Santo Domingo, no recibe bombeo. Por ende, ellos no reciben su acostumbrada dosis de líquido por camiones cisternas.
Este plan no tiene nada que ver con el de contingencia, que esta semana cumple un mes de haber sido decretado por la gobernación. Hasta hace poco, si no protestaban, no recibían el suministro, pero hace pocos meses, los ayudan cada 15 días con 1000 litros por persona. El equivalente a un tanque para una familia.
Tibisay Montilla vive en una de las viviendas más nuevas, tiene tres hijos y su esposo se fue a Colombia para enviarles recursos. «Recojo agua de invierno, porque como aquí no hay carretera, cuando llueve los camiones no se quieren meter. A menos que uno pague 16 mil bolívares» contó la ama de casa, quien recordó la última vez que recibieron el subsidio de agua fue el martes, 26 de marzo.
En los últimos días, ha utilizado agua de lluvia para bañarse, lavar, cocinar e incluso para tomar. Sus hijos sufrieron de diarrea apenas hace una semana, pero para evitar recaídas, la madre la hierve. En Valle Verde hay más de 100 familias, si cuentan a la comunidad del otro lado del Casino Militar, con la cual comparten el beneficio de los camiones, son más de 250. MGD