Este martes el «Puente Internacional Simón Bolívar» que comunica a San Antonio del Táchira -Venezuela, con el Departamento Norte de Santander- Colombia, estaba repleto de venezolanos cruzando con maletas y bolsos, pero en esta oportunidad no todos eran por motivos de viaje o porque se fueran del país de manera definitiva, sino para comprar alimentos por temor a que la frontera sea cerrada.
Desde hace más de una semana existe el rumor de un cierre de frontera ante el desconocimiento del presidente Iván Duque a Nicolás Maduro. Ningún representante de ambas naciones a afirmado o desmentido, lo que tiene a los ciudadanos preocupados.
Sin embargo, algunos representantes del partido Avanzada Progresista en la entidad comenzaron a colocar en sus redes sociales que el cierre de frontera era un hecho a más tardar el miércoles en la madrugada. Al ser consultados sobre las razones de la afirmación, la respuesta fue que por razones de seguridad cualquiera de los dos gobiernos lo haría.
A las 5 de la mañana llegaron a San Antonio del Táchira, municipio Bolívar, autobuses provenientes de distintas partes del país, de venezolanos que cruzaron a cobrar sus remesas y a comprar alimentos o medicinas, previendo que no puedan volver a viajar, sea porque haya un cierre definitivo del paso peatonal, o porque comiencen protestas y barricadas en las distintas vías del país que les impida hacerlo.
Es tanta la cantidad de personas, que a tempranas horas se hizo cola para pasar bajo el sol inclemente, parece que la situación política del país y la marcha del 23 de enero tiene a los ciudadanos con incertidumbre.
Miedo al cierre
Sandra García llegó a las 7 de la mañana al puente Simón Bolívar para cruzar a Cúcuta a comprar alimentos y la medicina de su hijo, con condiciones especiales, porque teme que ante los comentarios de que la frontera es de terroristas, cualquiera de los dos gobiernos decidan clausurar el paso.
«Preferí venirme a comprar las cosas que necesito, antes de que salgan con un cuento de terroristas, o de que Duque desconozca a Maduro por completo, o pase algo que haga que el propio gobierno de Venezuela cierre otra vez, y me quede sin nada, porque en mi país no hay prácticamente nada», expresó.
A cobrar remesa para comprar alimentos cruzó Irma Zambrano, habitante del estado Mérida. Su hijo vive en Ecuador, y cada cierto tiempo le envía dinero para que solvente las necesidades de su hogar. En esta oportunidad pudo hacer el depósito el lunes, por lo que viajó este martes porque teme que algo pase en el país que no le permita volver a viajar o que se haga efectivo el tan mencionado cierre de frontera.
«Me vine a buscar la platica. Aquí compro algo de comida y me llevo lo demás en efectivo. Sufro de artritis y tengo un tratamiento constante, con lo que mi otro hijo gana medio comemos, así que se me hace necesario venir a buscar el dinero», manifestó.
Quienes tienen negocios de comida también corrieron a comprar los ingredientes, porque aunque en el país se presenten protestas piensan trabajar en la medida de lo posible, por ser su fuente de ingresos. Tal es el caso de Maritza y Cristhian, quienes tienen negocios de comida rápida por separado, pero viajaron juntos a comprar.
Iban con maletas en mano buscando salsas, vegetales, papa, harina, sal, azúcar, bebidas en sobre, entre otros productos. «No sabemos si es verdad todo lo que se dice, pero preferimos prevenir. No creo que Iván Duque cierre la frontera, pero el gobierno venezolano si sale con cada cosa que uno no sabe», dijo Maritza.
A Alix Méndez le asustó el pronunciamiento de un grupo de militares venezolanos la noche del lunes en contra de Nicolás Maduro, por lo que le pidió a su esposo viajar este martes temprano en búsqueda de comida. «Con tal de que ellos no crucen la frontera, Maduro puede ordenar un cierre. Claro, aquí la gente cruza por las trochas, por el río Táchira a la vista de todos, pero nunca se sabe».