“Para comprar comida hay que pasar las verdes y las maduras”

Personas de diferentes partes del estado Trujillo, ratificaron que pernoctan en las colas de los supermercados un día antes para poder “medio comprar comida”.

Diario de Los Andes realizó un recorrido por distintos establecimientos de la ciudad de Valera, y constató la presencia de colas en las afueras de los mercados, así como también en la concurrida plaza San Pedro.

La mayoría de los ciudadanos entrevistados coincidieron en pasar más de 8 horas en las colas para poder comprar “alguito”, incluso, algunas de ellas se llevan sus niños a las colas porque no tienen con quien dejarlos o son madres solteras.

Las filas de adultos mayores también son notables, muchos de ellos poseen alguna discapacidad y vienen de lugares lejanos como El Pensil, Jalisco, Motatán, Carvajal y zonas aledañas a Valera. Manifestaron que a veces se quedan sin comprar y terminan adquiriendo camburitos para medio comer.

“Es difícil cuando te dan ganas de ir al baño, no tienes a donde ir, tienes que resolver como puedas, muchas veces te aguantas porque si te vas puedes perder hasta la cola”, expresaron algunas personas que se encontraban en la plaza San Pedro.

 

Ciudadanos en la plaza San Pedro esperando ser llamados

Una joven de unos 35 años y que no quiso decir su nombre, enfatizó, que en horas de la mañana se agarraron a golpes en plena plaza, eso es horrible, hasta eso tiene que “calarse” uno. “La Constituyente esa” no ha resuelto ni resolverá nada sobre la comida, estamos peor, eso se sabía, reiteraron otras personas presentes en la fila.

Varios de ellos también coincidieron que hay problemas para sacar efectivo de los bancos y de los comercios, “de paso ni los comercios quieren dar avances de efectivo”.

Mientras que algunas salían del supermercado con cuatro harinas y una pequeña sonrisa en sus rostros, pese a ser notorio el cansancio; otras miraban con esperanza y deseos aquella bolsa, pues entendían que al menos en 24 horas, si corren con suerte lograrán salir del establecimiento de esa misma manera.

Niños, adultos mayores, rostros cansados, cartones, e incluso sábanas, son notables desde lejos en las fachadas de los supermercados del municipio Valera.

Individuos haciendo fila en un reconocido local de alimentos

“Mañana es por sorteo”

 Una de las encargadas de un local de alimentos, ubicado en Las Acacias, enfatizó que a partir de mañana se hará por sorteo y no por orden de llegada como se hacía hasta ayer. Aseveró que se hará de esa manera para evitar que las personas pernocten desde el día anterior, de igual manera tocará según el número de cédula, alegó.

“Comida hay”

 El coordinador del Movimiento Juvenil Revolucionario, Eric García, manifestó que hay suficiente comida, hay mercancía, se benefician alrededor de 2 mil personas diarias, vamos a evitar que la gente pernocte desde un día antes, y que se estén vendiendo los cupos en las colas. “Si no hubiese comida no se atendiera esa cantidad de personas. Brindamos apoyo organizando y colaborando con el Poder Popular en las colas”, concluyó.

Compran entre 2 y 3 mil personas

 Ángel Urbina, encargado de una reconocida cadena de supermercados del centro de la ciudad, manifestó que atienden aproximadamente entre 2 y 3 mil personas diarias, incluyendo discapacitados. “Lo que más llega es harina de maíz y es lo que más genera cola; lo que es pasta, arroz y papel sí cuesta un poco más que llegue. Toda esta semana hemos tenido comida; incluso algunas veces hemos brindado primero auxilios a personas que se han desmayado en el establecimiento”, indicó.


La gente opina:

Yoleida Linares: “yo vivo en La floresta, marqué la cola a las 2 de la tarde del lunes, luego volví a las 6 de la tarde de ese mismo día, hasta me cayó el aguacero; esto es un caos, cuando no quedo en la cola resuelvo comprando plátanos, cambures, otras cosas, compramos con tarjetas, efectivo casi no se consigue”.

 

Mauri Borges: “tengo tres hijos menores de edad, soy de Motatán y estoy aquí desde temprano, llegué como a las 6 de la mañana porque ando con mi hija de 1 año y 8 meses, la tengo malita, por eso no puedo salir más temprano; si no logro comprar hoy, sustituyo con cambures que más. La Constituyente no ha servido para nada”.

Julia Reyes: “estoy aquí desde las 2 de la mañana, vivo en Jalisco; esto es un desastre muy grande; la Constituyente no sirvió, eso es para ellos quedarse en el poder. Soy discapacitada y no compré como discapacitada, los bancos están en la misma vaina, esto es un desastre, no dan efectivo, son vagabundos, entregan 25 mil bolívares ¿qué hace uno con 25? nada”.

Johanna Franco: “yo vine el lunes a marcar la cola como a las 4 de la tarde, si uno no llega a las 9 de la noche pierde el chance, yo vivo en Morón y como estaba lloviendo me tuve que venir a la 1 de la mañana a marcar la cola otra vez. Tengo un hijo de 6 años, a veces me ha tocado traérmelo. Si uno no queda termina comprando la harina revendida, estaba segura que esto no se iba a solucionar con la Constituyente. Lo del efectivo también es un problema”.

Diocelina Linares: “soy de El Pensil, llegué a las 3 de la mañana a hacer la cola, a veces uno manda un familiar para que vaya haciendo la cola, uno prácticamente ruega aquí para que le vendan una harina, cuando dan ganas de ir al baño uno de trata de buscar por ahí. Con el dinero también se sufre, cuesta sacar y si uno no compra sustituye con cambures, plátanos o yuca”.

Yuliani Villegas: “estoy aquí en la plaza San Pedro desde las 2 de la mañana, soy de El Milagro, el sorteo fue a la 5 de la mañana, conseguir efectivo cuesta bastante, sin embargo, uno resuelve como puede, si dan ganas de ir al baño uno simplemente aguanta, cuando no quedo compro revendido”.

 


“Abastecimiento”

Pese a existir en el país la red Mercal, Pdval y ahora los Clap, el desabastecimiento aún es notable en todo el país, producto de la crisis en la que se encuentra sumergida la nación desde el 2013. El Estado afirma que el desabastecimiento se debe a la “guerra económica” que le hacen al país sectores de oposición, mientras que la oposición acusa al ejecutivo de la mala administración de los recursos y la agudización de los problemas de alimentación.

 

 

 

 

 

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