*Analisis de Victor Salmeron
DLA.- La administración de Donald Trump sancionó a Rosneft Trading, la subsidiaria que emplea el gigante petrolero ruso Rosneft para colocar crudo venezolano en el mercado. La sanción, anunciada por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, congela los bienes de Rosneft Trading en Estados Unidos y le impide realizar transacciones con empresas estadounidenses, entre ellas, el sistema financiero.
“Rosneft Trading y su presidente negociaron la venta y el transporte de petróleo venezolano”, dijo Steven Mnuchin a través de un comunicado donde precisa que la sanción también incluye a Didier Casimiro, presidente de la junta directiva de Rosneft Trading, por ser un actor “clave para apuntar el sector petrolero venezolano”.
La Oficina de Control de Activos del Departamento del Tesoro (Ofac por sus siglas en inglés) emitirá una licencia que permitirá a Rosneft Trading realizar algunas transacciones en Estados Unidos a fin de ir apagando progresivamente sus operaciones.
De acuerdo con la información oficial entregada a la OPEP, Venezuela produjo en enero de este año 882 mil barriles diarios, un tercio de la producción de 1998, y Rosneft se ha convertido en un brazo esencial para que Pdvsa pueda colocar barriles en el mercado: básicamente, Rosneft Trading le compra a Pdvsa petróleo a descuento y lo revende a refinerías en Asia.
En enero de 2019, Estados Unidos, que junto a una larga lista de países considera fraudulentas las elecciones que Nicolás Maduro esgrime como piso legal para un nuevo mandato, prohibió a sus empresas la compra de petróleo a Venezuela, forzando un reacomodo que convirtió a Asia en el principal destino de los barriles venezolanos. Estados Unidos también presionó a clientes de Pdvsa en India y China para que detuvieran las compras directas de petróleo, obligando a Pdvsa a utilizar intermediarios en la comercialización.
Posteriormente en agosto de 2019 Donald Trump firmó una orden ejecutiva que permite bloquear los activos que tengan en Estados Unidos las empresas que mantengan relaciones económicas con la administración de Nicolás Maduro. Washington también estableció limitaciones para las empresas navieras que transporten petróleo venezolano.
Francisco Monaldi, experto en el tema petrolero y académico de la Universidad Rice en Houston, explica que “es un golpe duro para el trading de Rosneft. Uno supondría que el costo debe ser lo suficientemente elevado como para ser disuasivo; estimo que Rosneft ha estado obteniendo alrededor de mil millones de dólares al año con el trading del petróleo venezolano”.
“Entre la mitad y casi que dos tercios de la producción, en algunos meses, la estaba mercadeando Rosneft, y gran parte del resto, como por ejemplo los cargamentos entregados a compañías como Reliance y Repsol son cargamentos que se utilizan para pagar deuda o forman parte de transacciones de swap, es decir, no generan caja”, dice Francisco Monaldi.
El Departamento del Tesoro precisa que entre septiembre y diciembre de 2019 Pdvsa planificó junto a Rosneft la venta de 55 millones de barriles de petróleo y en enero de este año acordaron el envío de dos millones de barriles al este de África.
Francisco Monaldi considera que la sanción a Rosneft Trading puede tener un efecto disuasivo sobre otras empresas, y podría obligar a Pdvsa a elevar las exportaciones de petróleo a través de fórmulas poco transparentes y con grandes descuentos en el precio del barril.
Impacto en el tablero político
Además, no es descartable un impacto en el tablero político. “Es la primera vez que se sanciona a un actor que Estados Unidos considera crucial en el conflicto de Venezuela; entonces también puede ser la búsqueda que Rusia se siente a negociar y colabore en la solución del conflicto”, afirma Monaldi.
En declaraciones a Voz de América Francisco Rodríguez, profesor de la Universidad de Tulane y quien ha propuesto un sistema de intercambio de petróleo por alimentos para Venezuela, señaló que es la “primera vez que Estados Unidos impone sanciones secundarias a una empresa no norteamericana por hacer negocios con Venezuela”.
Agregó que “al menos, el 60% de los envíos de Venezuela al exterior, en este momento, se hacen por Rosneft, por lo que esta medida podría tener un impacto considerable sobre la capacidad del régimen de Maduro de generar ingresos y continuar operando”.
El petróleo provee 86 de cada 100 dólares que ingresan a Venezuela y la caída en la producción, junto a los problemas para comercializarlo, han derivado en un drástico descenso de las divisas disponibles para importar y cancelar deuda externa.
Ecoanalítica estima que las importaciones de Venezuela en 2019 sumaron 9.207 millones de dólares, una cifra que se traduce en un declive de 86% respecto a 2013 y el atraso en el pago de la deuda externa suma 18 mil millones de dólares.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia emitió un comunicado afirmando que “Rusia rechaza categóricamente las sanciones unilaterales con las que EEUU aspira a lograr la hegemonía global e intenta someter a todo el mundo bajo su voluntad”.
Agregó que las sanciones a Rosneft Trading “no repercuten y no pueden repercutir en la política rusa en los asuntos internacionales, incluida la cooperación con las autoridades legítimas de Venezuela, Siria, Irán o cualquier otro país”.
Guillermo Arcay, economista senior de Ecoanalítica explica que “está por verse si esta sanción es capaz de impedir que Rosneft siga comercializando el crudo venezolano que se dirige a terceros. Otro aspecto a evaluar es cómo van a reaccionar las partes involucradas en las otras operaciones de Rosneft Trading, si ponen a la empresa a elegir entre sus relaciones con Pdvsa y algunos de sus clientes en Asia, por ejemplo”.
“Además está el tema de Chevron, la empresa petrolera a la que Estados Unidos le ha otorgado una licencia para operar en Venezuela. Compañías como Rosneft, Repsol y Reliance han alegado que lo que hace Estados Unidos son prácticas anticompetitivas”.
Antero Alvarado, director de Gas Energy, considera que Rosneft Trading tiene espacio para disminuir el impacto de la sanción: “Rosneft puede usar una compañía con otro nombre para continuar en la comercialización de petróleo venezolano y también hay que tomar en cuenta que este año otras empresas como Reliance, Repsol o ENI pueden adquirir un rol de mayor peso en la venta del petróleo venezolano”.
La deuda de Venezuela con Rosneft se ha reducido drásticamente desde 4.800 millones de dólares en 2017 a 800 millones de dólares en el tercer trimestre de 2019.
“Muchos de los campos que Rosneft recibió fueron entregados como colaterales por la deuda. En la medida en que la deuda ha disminuido es probable que se replanteen su presencia en Venezuela y dejen de lado su estrategia de largo plazo”, dice Antero Alvarado.