¿Cómo está organizado y cómo funciona el CNE? | Por: Víctor Álvarez R.

Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr

Ante la anticipada renuncia de los rectores del CNE, la AN tendrá que escoger cinco nuevos rectores principales y diez suplentes del CNE. Teóricamente ninguno debería estar vinculado a los partidos políticos del gobierno o de la oposición, pero en Venezuela esa es una de las condiciones electorales que no se cumple y los rectores tienden a representar a los bloques políticos en pugna.

De allí que la puja sea por una conformación lo más equilibrada posible. Lo ideal sería una fórmula 2-2-1; es decir, dos representantes pro gobierno, dos pro oposición y uno neutral aceptado por ambas partes. Pero lo más probable es que se repita la correlación anterior de 3-2 a favor del gobierno. El peor escenario para el país descontento que quiere retomar la ruta electoral y volver a votar es que se imponga una aplanadora de 4-1 a favor del gobierno.

Tengamos en cuenta que la división y abstención de la oposición en las parlamentarias de 2020 facilitó que la coalición gobernante ganara 256 diputados de un total de 271, y entregó así al oficialismo el control de la Asamblea Nacional (AN). Teóricamente, esa apabullante mayoría le permite al gobierno pasar la aplanadora e imponer un 5-0. Como esto sería un exabrupto que sentenciaría el desconocimiento nacional e internacional de las próximas elecciones, el gobierno reconocerá el espacio que corresponden a los dos principales bloques de la oposición con la designación de un rector principal para cada uno y una correlación de 3-2 en el nuevo Directorio. También es muy probable que mantenga los cuatro rectores suplentes de la oposición para una correlación final de 9-6 en el total de 15 rectores principales y suplentes.

Recordemos que en las Megaelecciones de 2021, el oficialismo no se sentía amenazado por una oposición dividida y debilitada, que además llamaba a la abstención. Por esta razón, permitió una mayor representación de la oposición al pasar de la correlación de 4-1 a la actual de 3-2. Así se eligió un CNE más plural y con mayor autonomía, el cual asumió el reto de lograr un arbitraje institucional, mejorar las condiciones electorales, reconstruir la confianza en el voto y en la ruta electoral.

Pero de cara a las Presidenciales de 2024, la otrora oposición abstencionista retomó la vía electoral y los partidos de la Plataforma Unitaria se preparan para una elección primaria en la que escogerán un candidato unitario, el cual tendrá que negociar con el candidato de la otra coalición opositora que se denomina Alianza Democrática, a fin de presentarle al país descontento una candidatura única y unitaria. A estas dos candidaturas se suma la de Benjamín Rausseo, con alta aceptación en las encuestas, que decidió ir solo en la carrera presidencial.

El oficialismo tiene claro el enorme rechazo que sufre entre los electores y para conjurar la amenaza de ser barrido en las Presidenciales de 2024 necesita un árbitro electoral que luzca parcializado y subordinado a los intereses del gobierno. Con ese fin forzó la renuncia de todos los rectores principales y suplentes que venían avanzado en la tarea de restaurar la legitimidad de desempeño del CNE y hará uso de su aplastante mayoría en la AN para nombrar otros rectores espanta votos. El objetivo del gobierno con esta maniobra es deteriorar las condiciones electorales, crear dudas sobre el resultado de las votaciones, erosionar la confianza en la institución del voto, aumentar la apatía electoral y la abstención, a fin de convertir en mayoría su debilitado apoyo electoral.

La mayoría de los precandidatos de la oposición catalogan al gobierno de Venezuela como un régimen autoritario, como una dictadura y, sin embargo, esperan de ese régimen condiciones electorales a tono con los estándares internacionales. Sin embargo, en la designación del poder electoral, un nuevo CNE con tres rectores del oficialismo y dos rectores de oposición (3-2) será la mejor correlación de fuerzas que la oposición puede esperar de un gobierno al cual  acusa de autoritario y hegemónico. ¿O acaso pretende que la dictadura que quiere derrocar le conceda una mayoría de 3 a 2 en el ente rector del poder electoral?

¿Cómo está organizado internamente el CNE?

Además del Directorio conformado por cinco rectores principales, la estructura funcional del CNE contempla tres órganos subordinados que tienen bajo su mando hasta diez instancias adicionales a las que les corresponde ejercer la dirección, supervisión, vigilancia y control de las próximas elecciones presidenciales, de gobernadores y alcaldes, consejos legislativos y concejos municipales e, incluso, un eventual referendo revocatorio.

 

El Directorio

El artículo 296 de la Constitución establece que el Directorio del CNE estará integrado por cinco rectores principales, cada uno tendrá dos suplentes y tomará sus decisiones con al menos tres votos favorables.

Tres de los rectores designados deben ser postulados por la sociedad civil, uno por las facultades de ciencias jurídicas y políticas de las universidades nacionales y el otro por el Poder Ciudadano.

Debajo del Directorio están los órganos electorales subordinados. Cada uno está conformado por tres rectores, dos principales y un suplente que no sea el suplente de estos rectores principales. Sus decisiones son tomadas con el voto afirmativo de por lo menos dos de ellos.

 

Junta Nacional Electoral

El primer órgano subordinado es la Junta Nacional Electoral (JNE). Esta instancia tiene a su cargo la dirección, supervisión y control de los procesos electorales y referendos. Entre sus funciones están:

La Junta Nacional Electoral tiene los siguientes Organismos Electorales Subalternos:

 

Comisión de Registro Civil y Electoral

El segundo órgano subordinado es la Comisión de Registro Civil y Electoral. Entre las funciones de esta Comisión están:

A su vez, la Comisión de Registro Civil y Electoral está conformada por:

 

Comisión de Participación Política y Financiamiento

El tercer órgano subordinado es la Comisión de Participación Política y Financiamiento. Esta instancia tiene a su cargo:

A su vez, esta Comisión de Participación Política y Financiamiento está conformada por:

 

Oficinas Regionales Electorales

Finalmente, las Oficinas Regionales Electorales están a cargo de un Director y son los brazos ejecutores del CNE en cada entidad federal. Tienen bajo su responsabilidad la supervisión y coordinación de las actividades regionales de la Junta Nacional Electoral, de la Comisión de Registro Civil y Electoral y de la Comisión de Participación Política y Financiamiento.

Cada Oficina Regional Electoral tiene competencia regional, carácter permanente y su sede se encuentra en la capital del respectivo estado.

 

La correlación de fuerzas entre el gobierno y la oposición

Como ha podido observarse, la correlación de fuerzas entre el gobierno y la oposición en la estructura organizativa y funcional del poder electoral trasciende los cinco rectores principales e incluye a los rectores suplentes que se incorporan activamente a cada uno de los órganos subalternos.

En consecuencia, no son cinco rectores sino ocho los que asumen responsabilidades técnicas, institucionales y políticas. Adicionalmente están las 24 Oficinas Regionales en todos y cada uno de los estados del país, cuestión que hay que tener en cuenta en el equilibrio del poder electoral.

Con la designación de un nuevo CNE con rectores espanta votos subordinados al oficialismo, está claro que el gobierno correrá con ventaja en unas elecciones en las que el descontento nacional supera el 80 % de los electores. Esto quiere decir que las condiciones electorales favorecen al gobierno, pero las condiciones políticas derivadas de ese rechazo al gobierno favorecen al país opositor.

Pero la desconfianza en el voto y la apatía electoral no dependen única y exclusivamente del deterioro en las condiciones electorales. También dependen de la calidad de los candidatos y de la oferta electoral. Capitalizar electoralmente este enorme rechazo a la gestión de gobierno exige a los partidos políticos participar en las próximas elecciones con una buena candidatura única y unitaria, con una propuesta de gobierno conectada con el clamor nacional, que sea capaz de motivar, organizar y movilizar masivamente a los electores descontentos para avanzar hacia una solución política, electoral y pacífica del conflicto venezolano.

 

 

 

 

 

 

 

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