Combinar cigarrillos electrónicos y tabaco no reduce el riesgo cardiovascular

Redacción Ciencia, 6 may (EFE).- Está demostrado que fumar provoca infinidad de enfermedades graves. Casi una de cada cinco muertes en Estados Unidos se debe a este mal hábito. ¿Pero, y si el tabaco se alterna con los cigarrillos electrónicos?. Según la Asociación Americana del Corazón, es igual de malo.

Fumar cigarrillos electrónicos y tradicionales (de combustión) no implica menos riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares que si solo se fuma tabaco tradicional, según un estudio publicado hoy en la revista Circulation.

«Demostrar que el consumo dual tiene un riesgo similar al de fumar solo cigarrillos es importante, porque muchas personas lo combinan con cigarrillos electrónicos pensando que el riesgo es menor», avisa Andrew C. Stokes, autor principal del estudio, y profesor en el departamento de salud global de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston.

Para hacer el estudio, los investigadores revisaron los datos del Estudio de Evaluación de la Población sobre el Tabaco y la Salud (PATH), que contiene datos nacionales de salud y consumo de productos de nicotina entre 2013 y 2019.

De estos datos, se centraron en más de 24.000 adultos, de los cuales el 50% tenía 35 años o menos, y el 51% eran mujeres.

Los participantes se clasificaron en cuatro grupos: uno de 14.832 no fumadores (algunos de ellos ex fumadores o ex usuarios de cigarrillos electrónicos); otro de fumadores de cigarrillos electrónicos (822 personas); un tercer grupo de fumadores tradicionales (6.515 personas), y el cuarto con fumadores de ambos tipos de cigarrillos (1.858 personas).

Entre todos ellos, en los 12 meses anteriores al estudio, había más de 1.480 personas que habían sufrido una enfermedad cardiovascular y más de 500 casos de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular.

El análisis encontró que en comparación con las personas que sólo fumaban tabaco normal, las personas que combinaban los cigarrillos tradicionales con los electrónicos no presentaban diferencias significativas en el riesgo de cualquier enfermedad cardiovascular ni en el riesgo de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular.

También vieron que las personas que sólo usaban cigarrillos electrónicos y las que tenían un uso dual eran más jóvenes que las que no fumaban.

Por último, en comparación con el consumo exclusivo de cigarrillos tradicionales, observaron que fumar solo cigarrillos electrónicos se asociaba con un 30%-40% menos de enfermedades cardiovasculares, pero los autores advierten de que hacen falta más datos en este ámbito porque la duración del estudio es corta y la tasa de eventos es todavía baja.

«Es importante recordar que en el caso de los cigarrillos tradicionales, hicieron falta décadas de consumo y vigilancia para proporcionar la solidez de las pruebas que ahora tenemos y que confirman el daño altamente significativo de los cigarrillos de combustible», explica Rose Marie Robertson, subdirectora científica de la Asociación Americana del Corazón.

«La gente debe saber que los cigarrillos electrónicos contienen nicotina adictiva y sustancias químicas tóxicas que pueden tener efectos adversos sobre su sistema cardiovascular y su salud en general», subraya.

«Muchos fumadores que intentan utilizar los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar el cigarrillo tradicional en realidad continúan utilizando ambos productos, convirtiéndose en usuarios duales, donde no vimos ninguna reducción del riesgo cardiovascular», insiste Stokes.

«Los cigarrillos electrónicos no están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para dejar de fumar. Instamos a todas las personas que fuman y están interesadas en dejar de fumar a que hablen con sus médicos y su equipo de salud sobre otras opciones eficaces para dejar de fumar aprobadas por la FDA», concluye Robertson.

 

 

 

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