A Colón, capital del municipio Ayacucho también se le conoce popularmente como la “ciudad de las palmeras”. Este apelativo se le atribuye porque antiguamente en muchos sitios de la población abundaban palmeras lo que llevó a que los parroquianos y visitantes a distinguirla con esa cualidad.
Entre los años de la década de los 60, 70 y 80, los gobernantes de la época le dieron una real importancia a ese nombre, brindando cuidado y mantenimiento a las palmeras que crecían en parques y plazas; también fueron sembradas en escuelas e instituciones públicas, este tipo de plantas de la familia de las arecáceas o plantas monocotiledóneas. Se las conoce como palmeras o palmas identificando el nombre que llevaba la localidad y convirtiéndolas en el símbolo del municipio Ayacucho.
“Siempre me he preguntado porque es la ciudad de las palmeras si lo que menos tiene es palmeras”, preguntó un joven de 18 años de edad, quien con justa razón hace la interrogante pues en el municipio lo que menos se ven son palmeras.
De hecho, en la gestión anterior de la alcaldía del municipio Ayacucho, se derribaron varios ejemplares que quedaban en la Plaza Bolívar, hecho que fue denunciado en su momento por este rotativo, los mismosfueron reemplazados por plantas ornamentales que no representan nada para el municipio.
Es lamentable que tanto los políticos que han “manoseado” el municipio en las últimas gestiones, no le hayan dado importancia a las palmeras que dan el nombre y hoy en día son nuestro símbolo que con orgullo colocan en los anuncios publicitarios. La misma culpa la tiene los profesores que no enseñan a sus alumnos el origen del nombre y la importancia de mantenerlo.
“Si yo fuese alcalde del municipio Ayacucho, impulsaría una resiembra de Palmeras Chaguaramos, en todas las áreas públicas del municipio como plazas, avenidas y escuelas, de manera que cuando un foráneo pase por Colón se sorprenda y sea punto de referencia nuevamente por la abundancia de palmeras. Cómo es posible que la parte del frente de la escuela Francisco de Paula Reina no tenga ni una sola palmera, como se vería de bonito todo ese frente con una fila de palmas que la adornen, ¿eso es culpa de quién?de los profesores…” apuntó José González, un comerciante de Colón.
Texto publicado en Los Andes Semanario del Táchira edición 114