Bogotá, 11 dic (EFE).- La abogada colombiana Erika Beatriz Roa Luque, que desarrolla un proyecto para ayudar a la población venezolana que está en Colombia en condición vulnerable, fue galardona con el premio «Antonio Nariño» de derechos humanos, auspiciado por las embajadas de Francia y Alemania.
El jurado destacó que Roa, con el proyecto «Frater», se ha dedicado en los dos últimos años a ayudar a los «refugiados venezolanos, utilizando su red de contactos, tratar de vincularlos laboralmente y brindarles una asesoría para el trámite de su permanencia legal en Colombia».
Igualmente valoró que la iniciativa de la abogada, especialista en Derecho Administrativo y Contractual, quiere constituir una fundación para tener un lugar donde puedan acudir los refugiados para que reciban ayuda en varios aspectos para incorporarse a la vida productiva del país.
«Además, quiere desarrollar una plataforma virtual para que cualquier migrante que se encuentre en el territorio colombiano o fuera de él, pueda tener acceso a los servicios que se ofrecen, tales como asesorías legales, asesorías a emprendedores y validación de documentos», puntualiza el jurado.
En ese sentido, el embajador de Alemania en Bogotá, Peter Ptassek, afirmó que «ante el número significativo y la situación de vulnerabilidad de los refugiados en Colombia; quisimos honorar un proyecto innovador, todavía joven y por el momento tal vez ‘pequeño’, pero con vocación más amplia y nacional».
«La idea de apoyar la integración comprensiva de los refugiados, combinado con la motivación personal de la fundadora, convenció al jurado», añadió el diplomático.
Migración Colombia informó a finales de noviembre pasado que en el país hay más de 1,7 millones de venezolanos en el país.
Las autoridades han alertado que muchos migrantes venezolanos son víctimas de diferentes bandas criminales que los explotan en diferentes actividades ilícitas.
Por otro lado, el jurado del premio otorgó menciones de honor a la Asociación Somos CaPAZes, una entidad sin ánimo de lucro conformada por personas que educan para la paz a la comunidad latinoamericana.
La segunda mención de honor fue para monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali, por su «incansable dedicación a la defensa de los derechos humanos»
La última fue otorgada a la alianza creada por Caribe Afirmativo y Colombia Diversa para promover los derechos LGBTIQ+.