Colombia y el ELN culminan el ciclo de La Habana 35 días después y con un cese al fuego

El presidente de Colombia Gustavo Petro (i), saluda a Antonio García (d), jefe máximo de la guerrilla del ELN, acompañados del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel (c), durante el cierre de la tercera ronda de conversaciones de paz hoy, en La Habana (Cuba). EFE/Ernesto Mastrascusa

La Habana, 9 jun (EFE).- El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) oficializaron este viernes un cese al fuego bilateral de 180 días, el más largo que se ha conseguido con la guerrilla, tras 35 días de intensas negociaciones en La Habana.

El acuerdo firmado será «nacional», «bilateral» y «temporal» y tomará efecto a partir del 3 de agosto, según detallaron las delegaciones.

El jefe negociador del ELN, Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, subrayó que éste «busca un propósito humanitario, rebajar el conflicto para que en Colombia haya un mejor clima para la participación de la sociedad».

Por su parte, el jefe de la delegación gubernamental, Otty Patiño, aseguró que se trata de un paso «crucial» para que el proceso de paz.

De acuerdo con las partes, el cese contempla una primera fase de alistamiento, hasta el 6 de julio, en la que se dará la orden de detener las ofensivas y que se oficializará el tercer día de agosto. La ONU y la iglesia católica supervisarán su cumplimiento.

El cese es el principal resultado del tercer ciclo de diálogos de paz en la capital cubana que concluyó este viernes.

La ronda, que se inició el 2 de mayo, llegó a buen puerto pese a haber sufrido momentos de turbulencia, como la «pausa» en la mesa anunciada por el ELN tras unas polémicas declaraciones del presidente, Gustavo Petro.

Además, el ciclo logra culminar después de dos prórrogas, la última de ellas el mismo jueves.

REPERCUSIONES POLÍTICAS

El anuncio -que contó con la presencia de Petro, su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, y el primer comandante del ELN, Eliécer Herlinto Chamorro, alias Antonio García- es también un tanque de oxígeno para el presidente colombiano.

 

El presidente de Colombia, Gustavo Petro (i), acompañado del jefe máximo de la guerrilla del ELN, Antonio García (d), y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel (c), asisten durante el cierre de la tercera ronda de conversaciones de paz hoy, en La Habana (Cuba). EFE/Ernesto Mastrascusa

Petro vive momentos de tensión en clave nacional por el escándalo surgido en torno a dos exasesores de su círculo más cercano: el ya exembajador en Venezuela Armando Benedetti y a la también ex jefa de gabinete de Petro Laura Sarabia.

En se mismo sentido, el acuerdo de La Habana es un tanto político para el Gobierno cubano, país garante y sede.

La isla figura en la isla estadounidense de países patrocinadores del terrorismo bajo la excusa de haber refugiado a líderes del ELN después de la última negociación frustrada durante la presidencia del conservador Iván Duque (2018-2022), quien cortó las charlas tras un atentado terrorista de la guerrilla en 2019.

«No nos arrepentimos», subrayó el presidente cubano.

META: MAYO DE 2025

Durante su discurso este viernes, el presidente colombiano ha querido ir más allá y puso una fecha en la cual se podría lograr la paz entre ambas partes: mayo de 2025.

«En mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre ELN y el Estado», alegó el presidente en el salón de protocolos de El Laguito, escenario de las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Más tarde, el líder del equipo negociador del ELN matizó las palabras de Petro y aseguró que en mayo de 2025 «debe terminar un proceso con un cronograma que tiene que ver con la participación de la sociedad».

En ese mismo sentido, el senador Iván Cepeda, que forma parte de la delegación gubernamental, informó que en esa fecha «deberán estar firmados los acuerdos sobre los tres primeros puntos de la agenda de paz» y que eso daría «una perspectiva de ver firmada la paz con el ELN antes de que acabe ese año».

La agenda a la que se refiere se pactó en el ciclo anterior en México y que contempla seis puntos: Participación de la sociedad en la paz, democracia por la paz, transformaciones por la paz, víctimas, fin del conflicto armado y ejecución de los acuerdos.

SECUESTROS Y EXTORSIONES

A pesar del cese, aún hay temas sensibles que quedaron en el tintero, como las vías ilegales de financiamiento del grupo armado.

En declaraciones a la prensa, Pablo Beltrán aclaró que entre las acciones cubiertas en el cese al fuego no están incluidos el secuestro y la extorsión.

«Si a usted le quitan una cuchara, le tienen que dar otra», sentenció.

El jefe negociador del ELN explicó que hay una 12 acciones ofensivas acordadas que quedarán restringidas a partir del 6 julio y que hasta el 3 de agosto se deberían acordar protocolos que contemplen las acciones de financiamiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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