Este lunes, el presidente de Colombia, Iván Duque, informó que trabaja junto a su par chileno, Sebastián Piñera, en la creación de Prosur, un organismo de integración regional sudamericano que pretende reemplazar a la existente Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la cual Bogotá se retiró en agosto de 2018.
Duque también comentó que se ha comunicado con otros jefes de Estado respecto a la iniciativa: «Hemos venido avanzando en el final de Unasur y la creación de Prosur, que más que una organización burocrática o al servicio de un gobierno particular, será un organismo de coordinación suramericana», declaró Duque a la emisora Oye Cali.
Asimismo enfatizó que se tratará de una herramienta «de políticas públicas, en defensa de la democracia, la separación de poderes y la economía de mercado«.
Para el mandatario, Unasur se ha mostrado «cómplice» de la supuesta «dictadura» en Venezuela, y adelantó que el nuevo organismo de integración regional pretende combatir al gobierno del presidente Nicolás Maduro, al que Bogotá considera «ilegítimo».
Aseguró que Prosur coordinará acciones conjuntas para que «termine» el gobierno de Maduro y «llegue a su final Unasur», al tiempo que construirá «un mejor escenario de cooperación de los países comprometidos con la defensa de la democracia en el hemisferio».
Unasur paralizada y sin edificio
En abril del año pasado, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, seis de los 12 países que conforman la Unasur, enviaron una carta a Bolivia, país que ostenta la presidencia pro témpore del bloque desde abril de 2018, para pedir la reactivación del organismo, debido a su «parálisis», que comenzó mientras Argentina estaba al mando, previo a La Paz.
Esos países señalaron que, mientras no se reactivé, no participarán de las distintas instancias del organismo.
Cuatro meses después y una vez que Duque asumió el poder en Colombia, ese país anunció su salida del bloque regional.
Aunado a ello, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, informó en julio del año pasado el retiro de la Unasur de la gran sede construida para el organismo al occidente de Quito; donde ahora funcionará una universidad indígena. En su lugar, se puso a disposición del bloque una «casa patrimonial» en el centro de la capital ecuatoriana.