Bogotá, 14 abr (EFE).- El Gobierno colombiano acusó ante la ONU al «régimen de Venezuela de buscar desviar la atención internacional frente a su relación cómplice con grupos de narcotraficantes» y lo responsabilizó por la crisis humanitaria en zona fronteriza ante el desplazamiento de casi 6.000 personas hacia el país andino.
La canciller colombiana, Claudia Blum, denunció en un comunicado enviado al secretario general y al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU «la grave situación que se vive en la frontera debido al apoyo que da el régimen ilegítimo venezolano a grupos armados organizados narcoterroristas».
«Toda la evidencia confirma que se trata de un régimen totalitario que no respeta ningún marco de legalidad», afirmó Blum este miércoles en dicha declaración.
La canciller condenó el desplazamiento de casi 6.000 personas, entre venezolanos y colombianos, que han huido hacia la localidad colombiana de Arauquita por los combates que desde finales de marzo tienen lugar en el estado venezolano de Apure, en una operación contra una supuesta disidencia de las FARC.
«Informamos a la ONU el más reciente desplazamiento masivo de 5.737 personas hacia el municipio colombiano de Arauquita, producido desde el 21 de marzo», destacó Blum.
Ese desplazamiento, según denunció, ha sido «ocasionado por las operaciones del aparato militar del régimen, de manera indiscriminada y sin apego al Derecho Internacional Humanitario».
Los combates entre fuerzas de Venezuela e irregulares armados, que diversas ONG identifican como disidentes de las FARC, se han cobrado la vida de al menos ocho militares venezolanos, según el último parte oficial.
«Expresamos a la ONU nuestra preocupación por el colapso institucional, económico y social en Venezuela, y la crisis política que ha llevado a la destrucción de la democracia, convirtiendo a ese país en un Estado fallido», dijo Blum.
La canciller reiteró el compromiso del Gobierno colombiano para fortalecer la cooperación internacional con los gobiernos democráticos de la región, contra la delincuencia transnacional y los actores terroristas.
«Ratificamos nuestra voluntad de asistencia humanitaria a esa población, en compañía de la comunidad internacional», destacó Blum.
Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros, pero sus relaciones diplomáticas están rotas desde el 23 febrero de 2019 por orden de Maduro, tras un intento del líder opositor Juan Guaidó de atravesar la frontera desde la ciudad colombiana de Cúcuta al frente de una caravana de ayuda humanitaria.