Son inmensas las colas que se forman en la calle que conduce a la estación de Servicio Palermo, única del municipio Rafael Rangel, cuyos conductores esperan por la gasolina, de acuerdo al número terminal de su placa.
El lunes le tocaba que les vendieran el preciado combustible a las unidades con placas 9-0, lo cual no fue posible por no haber llegado la gasolina, quedándose todo en espera.
«Nos ponchamos», dijo Francisco Fernández, un tanto enojado, por no decir otra expresión que se le notaba en el rostro.
Vienen ahora los terminales, uno y dos, tres y cuatro y así sucesivamente.
Nos contaba otro comprador de gasolina, que durante un mes de espera, no pudo comprar el gasolina, pues el día que le toca no había combustible, se “ponchaba” siempre, pues cuando le tocaba surtir, no llegaba la gasolina que esperaban, abogando porque haya cumplimiento con la oferta que se hace a través de los terminales de placa, aunque la solución definitiva está en que las refinerías del país produzcan más combustible, dijo.
Por: Eduardo Viloria/DLA
.