Al caos y desesperanza que habitualmente componen el panorama de la urbe de la ciudad de Valera, se suma las dificultades de particulares y transportistas del sector público para obtener combustible
Los prolongados cortes eléctricos que azotan al estado no solo afecta diversos sectores del comercio, al caos y desesperanza que habitualmente componen el panorama de la “ciudad de las Siete Colinas” (Valera) se suma las colas en las estaciones de combustibles en los tiempos en los que “la bomba” cuenta con energía eléctrica.
Las afectaciones varia desde los particulares hasta el “maltrecho” sistema de transporte público, donde al problema de la falta de unidades en circulación por la escasez de insumos y repuestos, se adiciona las dificultades para obtener el combustible. “Toca estar cazando las bombas que tienen luz para meterse en la cola, y rogarle a Dios que no se vaya la electricidad en ese momento”, acotó un transportista de la línea urbana “La Popular”.
“En espera de que la suerte permita llegar la gasolina”, acotó otro trabajador del volante, quien además refutó que Corpoelec no ha asumido una política de racionamiento programado. “Nos afecta en todo lo que hacemos y el problema es que ni siquiera avisan cuándo van a quitar la luz y por cuánto tiempo, eso es como la ruleta rusa, le cae a uno de sorpresa”.
Afectados
Juan Uzcátegui: “Me ha costado bastante llenar gasolina por el mismo problema de la electricidad, vengo recorriendo estaciones de combustible desde La Puerta, en espera de que no se vaya la luz mientras hago la cola”.