En horas de la madrugada, Jaime Emiro (25) y Javier Enrrique Rincón García (29), fueron asesinados junto a tres personas más en una vivienda del Valle de Caracas; mientras que en el estadoTrujillo, en Andrés Bello, su padre Jesús Enrique Rincón Maduro (61) también sufrió un atentado mortal por parte de hombres armados. Todo parece indicar que grupos violentos están detrás de los hechos
Los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) investigan lo que hay detrás de la masacre del Valle, en la cual cinco trujillanos murieron en manos de sujetos armados. Hecho ocurrido durante la madrugada del martes, en la ciudad de Caracas. Los sabuesos tratan de unir cabos, pues las puertas de la casa no fueron violentadas. Índice de un ingreso voluntario y con conocimiento de las víctimas. Por otro lado, ningún objeto de valor fue sustraído de la vivienda. Descartada entonces la tesis de robo, todo conduce al móvil de venganza.
Los hoy fallecidos quedaron identificados como Edward José Peña (31), José Aquino Álvaro Camacho (29), Irmen del Carmen Peña Cañizalez (69) y los hermanos Jaime Emiro (25) y Javier Enrrique Rincón García (29). Todos oriundos de la Zona Baja del estado Trujillo y con algún vínculo familiar. Ahora, los investigadores indagan con mayor énfasis sobre el pasado de los dos hermanos, debido a que su padre, Jesús Enrique Rincón Maduro (61) fue asesinado casi a la misma hora, pero en su residencia ubicada en el sector El Taladro, parroquia Santa Isabel, del municipio Andrés Bello.
En ese sentido compaginarán las averiguaciones con los detectives del Cicpc-Trujillo, con el objeto de determinar si hay relación entre ambos crímenes o, por el contrario, se trató de una coincidencia trágica.
Bandas peligrosas
No obstante, por el modo de actuar de los victimarios, con mucha saña (cada uno de los cuerpos tenía una herida en la cabeza y estaban atados de manos y pies), las autoridades sospechan que los atacantes son miembros de peligrosas bandas de la capital. Igualmente, la muerte de su progenitor, quien sufrió seis heridas por arma de fuego, podría estar vinculada a estas rencillas. Alguna célula de esa organización criminal quiso causar más dolor a la familia de los trujillanos. Aunque en el caso del municipio Andrés Bello, los delincuentes aprovecharon para robar pertenencias de valor.
Viejos problemas
Otro de los móviles investigados por las autoridades de la PNB y el Cicpc es el sicariato. Debido a que las víctimas, en especial los hermanos, tenían apenas cinco meses residenciados en esa vivienda de la calle Cajigal, del sector La Cuadra, en Caracas. Las autoridades no descartan que los hoy fallecidos se encontraban en la capital para evadir viejos problemas con personas peligrosas o para escapar de amenazas de muerte. Aparentemente, los jóvenes se dedicaban al comercio de plátanos y no se descarta si existía rivalidad en el mercado.