En Valera como en las grandes ciudades del mundo, también hemos tenido nuestros siniestros, que han causado pánico en la población, y desde luego los héroes bomberiles, uno de ellos “Coco de Fuego”.
Donde está Dorsay, allí, antes, a finales de los años 40 existió la Casa Multicolor, en la propiedad de Juan Antonio Viloria, una cuadra arriba de la plaza Bolívar diagonal a la Botica Garantía, también se quemó la Joyería Esmeralda, de los hermanos Romero. En el local se vendían artefactos eléctricos juguetería y enseres.
Luego se quemó la Villa Caracas, presuntamente el señor Extraño fue el que prendió fuego, muchos testigos aseguraron que le vieron salir del local antes de comenzar el incendio.
A finales de 1957 se quemó La Bota Roja, de Pantaleón de Jesús Rojas, donde hoy está el Palacio del Niño.
El Cuerpo Edilicio comienza a construir entonces una edificación que sería la sede de los Bomberos, ubicada (en El Bolo), donde antes funcionó la Escuela Nacional Rural No. 917 de La Plata (1952) y luego el Matadero Municipal (en 1953).
Para entonces, la municipalidad valerana designa a varios munícipes en comisión permanente para la adquisición de varios equipos iniciales para funcionar como prevención de incendios, constitución del Cuerpo de Bomberos y elaboración de los estatutos que regirían la institución. Para sufragar gastos se grava o se recaba impuestos a algunos espectáculos públicos esporádicos, juegos de azar y aportes de algunas colaboraciones de tipo personal.
El 2 de Noviembre de 1954, la Cámara Municipal hace el pedido de los primeros equipos para el Cuerpo de Bomberos, ya en funciones. Se inician actividades con dos carros-bomba, centrífugas de 500 galones y los implementos necesarios anexándoles un reloj electrónico y una potente sirena. Como sede operacional al incipiente Cuerpo de Bomberos se les cede los galpones de un amplio taller donde funcionó FUNDAVAL. Se inaugura el Cuartel de Bomberos de Valera con sede en El Bolo, el 5 de julio de 1955.
Los perros K9
El Jagüito, donde confluyen los ríos Motatán, Jiménez y Castán, se forma un remanso y en un pozo donde había caimanes, en las tierras de Chicho Heredia por la zona de Peraza, el intrépido y admirable perro bombero «Coco de Fuego», perteneciente a la unidad bomberil de Valera, en una hazaña recordada por muchos, salvó la vida del abnegado y siempre recordado comandante Ramón Mendoza, al atacar un caimán que estaba a punto de agredir al bombero, y en ese acto, “Coco de Fuego” murió tragado por el saurio. Esto sucedió en «Arenas Blancas», El Dividive, año 1959, donde previamente el montaraz animal se había comido un niño de once años.
Al expandirse la ciudad de las siete colinas, la actividad operativa de los Bomberos se reduce por la ubicación en El Bolo, sector superpoblado en los modernos momentos y la abrumadora fluidez de vehículos. Se plantea la necesidad de construir otra sede (proyecto desde 1980) y se deciden por ubicarla en la parroquia La Beatriz.
Esta moderna edificación se inaugura el 29 de noviembre de 1983 como Cuartel General de Bomberos Coronel José Ramón Mendoza, pasa el anterior en El Bolo a Subestación Teniente Pedro Nóbriga.
El Cuerpo de Bomberos de Valera es una institución consustanciada con la colectividad valerana, al cual le debemos apoyo, pues también forma parte de nuestro patrimonio local.
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