Al unísono el pueblo trujillano expresa con firmeza, compromiso, solidaridad y reconocimiento por sus múltiples aportes: no dejemos morir al Núcleo Universitario Rafael Rangel (Nurr) de la Universidad de Los Andes (ULA).
Ya son 49 años de funcionamiento, aprendizajes, crecimiento, alegrías, aportes significativos, especialmente en materia académica, de extensión e investigación, sin obviar las contribuciones sociales realizadas en pro del progreso y bienestar regional.
Ante la crisis país, institucional, aunado a la provocada por la pandemia de Covid-19, el mencionado clamor cobró fuerza este 23 de junio, al rememorarse la hazaña del Dr. Antonio Luis Cárdenas, el rector de rectores Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, entre otros letrados que lucharon incansablemente por la creación del Núcleo Universitario de Trujillo (Nut), hoy llamando Nurr y también conocido como la Universidad de Trujillo.
Reinventarse como prioridad
Las adversidades no amilanan a la casa de estudios superiores, tampoco a sus integrantes ni a quienes aunque no han sido formados profesionalmente o laborando en sus recintos, lo sienten propio, suyo, afirmando la disposición de sumar esfuerzos por su permanencia activa.
Al respecto el vicerrector encargado Geovanny Castellanos, aseveró en el programa radial Contraseña transmitido por la 102.5 FM, que “urge reinventarse para no dejar morir a la Universidad, el Nurr. Tenemos que sacar lo mejor de nosotros, colaborar con la institución, efectuar sacrificios, ser diligentes pero sobre todo izar como banderas la resiliencia y resistencia, con el objetivo que el Nurr permanezca en el tiempo”. Sugirió “enfrentar el reto del futuro con optimismo, siempre defender la Universidad” porque entre otras aristas “el Núcleo es ejemplo de lucha por y para el pueblo”.
Por su parte el Presbítero Gustavo Apure, encargado de oficiar la misa de acción por la conmemoración en la Iglesia de Tres Esquinas, indicó que “la Universidad en tiempos de pandemia y crisis social debe renovarse, avanzar hacia el futuro para no dejar de funcionar. Los obstáculos hay que transformarlos en beneficio del colectivo”. Tomando como base las palabras de Juan Pablo II, dijo que la Universidad es llamada a servir en su amor, expresión, al mismo tiempo en su aprendizaje. PRENSA ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) /