Ciudad donde conjuga lo nuevo con un viaje a lo antiguo / Por Elvins Humberto González

Sentido de Historia / Boconó 459 años

 

 

El municipio Boconó es de una singularidad bien definida. Hay que tener propósito para ir hasta sus términos. No se le encuentra desprevenidamente. Su territorio, en casi toda su extensión, está claramente demarcado topográfica y climatológicamente. Un espacio al cual ha correspondido una actividad específica y que le ha servido de marca para sus habitantes, aun en lo que se refiere al carácter. Boconó, la ciudad es el polo de su alrededor, de modo que la zona tiene mucha coherencia, lo cual da las características de una región, tal como se manifiesta en las definiciones técnicas: «La región es un área que presenta cierta homogeneidad con relación a una serie de condiciones afines». (R. Dickinson). Aun cuando se ha vencido, en cierta medida, el aislamiento debido al cerco de montañas, se puede recordar lo que expresaba José María Baptista en sus «Crónicas del Boconó de Ayer», a modo de ilustración: «Dura empresa era, en pretéritos años, llegar a la ciudad de Boconó, ubicada como se encuentra en un alto valle de la cordillera andina, rodeada de montañas y de inclementes páramos. Pero sobre todo, porque sus caminos de acceso no se distinguían precisamente por su bondad». El territorio boconés tiene una importante riqueza acuífera y un clima propicio, de donde su paisaje es de verde intenso, con tonalidades diversas en donde se ha sustituido la cubierta original para sembrar sementeras. A estas condiciones naturales se añade la estructura agraria, con una distribución de la tierra bastante equilibrada, es decir, no hay grandes latifundios así como tampoco pequeños minifundios. La repartición de la propiedad tiene consecuencias en cuanto a originar un mejor cultivo y servir como estímulo para una mayor densidad poblacional.

Hay, cuando menos, dos tipos de viajeros. Unos, persiguen la quietud de rutas y poblaciones perdidas, como  Niquitao, San Miguel, San Rafael, Tostós, que se encuentran dentro de los términos municipales de Boconó, con sus calles empedradas, sus casas, sus plazas, que permiten darle vuelta al reloj del presente para devolverse hacia esos momentos pasados. Queda entonces, en el asombro del viajero la ocasión de ir hasta el fondo de los tiempos y comprender el comienzo de la presencia española en estos lugares en donde se conserva, en muchos de los casos, la señal de los aborígenes en el nombre total o en una parte del mismo, lo que guarda la memoria de la época precolombina, lo mismo que en los detalles de la artesanía que levanta el vuelo en las piezas de cerámicas o en los tejidos de las cesterías. Los otros andariegos, por rumbos diferentes a los de la habitualidad, buscan huir de la calma y del silencio, en busca del estrépito, la seducción más sólidamente urbana y eso también se consigue en Boconó. La solidaridad boconesa también se expresa en motivos del jolgorio popular.

Tierra de Gracia

Boconó cuenta con suficientes recursos para apuntalar un buen desenvolvimiento turístico. Abre posibilidades para intentar abonar nuevos derroteros para los turistas, con excursiones a sus encumbramientos, a los valles, a las lagunas, a los lugares de donde manan los ríos y ver así el nacimiento de las escamas plateadas o de las espumas más blancas. También la escala del trabajo permite ventanas para asomarse al texto espiritual de esta geografía. Hay bases que necesitan ampliarse para concretar mejor el esfuerzo y la definición de acciones que rindan el mayor beneficio para la municipalidad y para los habitantes y que sobre el turismo se marque una dirección correcta de desarrollo y abundancia. También se requiere el diseño de programas que complementen las condiciones existentes y permitan la maduración de todos los detalles que se requieren para urdir la trama en donde descanse un proyecto turístico total en donde se tomen en cuenta al visitante, en todos los aspectos. Se debe comenzar por librar del peso viejo del aislamiento a Boconó, para que esta tierra de gracia sea mucho mejor, y más conocida en el resto del país.

El turismo se ha convertido en una oportunidad para sacar a flote la economía de las regiones. La región de Boconó tiene como ofertar grandes propuestas, tanto para la corriente nacional, como las procedentes de otras partes del mundo. Esta actividad ha sido algo descuidada, pero el peso de las circunstancias generan, que se convida a la realización de un esfuerzo significativo, con el propósito de darte todo el apoyo y aprovechar las condiciones, naturales y culturales, de manera de impulsarlo para convertirlo en una industria clave, como ha sucedido y sigue ocurriendo en otros lugares, con el aporte de cuotas significativas para el desenvolvimiento general. No se necesitan mayores esfuerzos para organizar programas turísticos. Apuntalar la eficacia de la infraestructura ya existente, sobre todo en lo que hace a la vialidad para, en este caso específico permitir el desplazamiento cómodo, así como la habilitación de otros elementos de forma tal de alcanzar a consolidar la realización del propósito. Junto con las condiciones existentes se debe respaldar las Iniciativas de las personas y estimular una actitud positiva para convenir en lo interesante que resulta el turismo para una región como la boconesa que está cualificada para una oferta de primer orden en el plano regional y nacional. Los habitantes que de suyo tienen las calificaciones para comprender al viandante y brindarte las oportunidades para una estancia aprovechable en todos los aspectos. Los paisajes físicos se tienen que impregnar, necesariamente, del humano sentir para de tal suerte dirigir la creación de un empeño colectivo que abra las puertas, los accesos de pueblos y ciudades, a fin que el municipio Boconó lleve a privilegio el turismo, sin descuidar las demás actividades y tradiciones que han encaminado por 459 años la vida de esta comunidad, dando opción a todos para que puedan mirar los rincones del alma y corazón de esta tierra.

Salir de la versión móvil