El nonagenario presidente de Zimbabue (16 millones de habitantes), Robert Mugabe, se encuentra detenido por el Ejército en su domicilio de Harare. Las Fuerzas Armadas, movilizadas desde este martes en la capital del país han tomado el control de las principales instituciones zimbabuenses, la sede de la televisión, así como el partido gubernamental Unión Africana Nacional de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF).
Precisamente la cuenta de Twitter de este partido ha informado de que el hasta ahora exvicepresidente Emmerson Mnangagwa, de 75 años, se hará cargo del gobierno de forma interina. Pese a que un portavoz del Ejército anunció este miércoles que se trataba de una operación contra «criminales» del entorno de Mugabe, los rumores sobre un golpe de Estado cogen fuerza en uno de los países más pobres del mundo. Estas son cinco claves para entender la crisis política abierta en Zimbabue:
1. La larga sombra de la independencia
Mugabe, de 93 años, fue uno de los líderes destacados de la lucha por la independencia de los años 70. La guerra mantenida entre los nacionalistas negros y el régimen blanco de Ian Smith apoyado por Reino Unido causó la muerte de casi 30.000 personas. En abril de 1980, la entonces conocida como Rhodesia, en honor a Cecil Rhodes, empresario y político británico protagonista de las aventuras coloniales de Londres en África, obtuvo la independencia. El líder de la Unión Africana Nacional de Zimbabue (ZANU, en sus siglas en inglés), Robert Mugabe, fue nombrado primer ministro. Entre los objetivos del nuevo gobierno independiente estaba sin duda la reforma agraria, aún hoy una de las asignaturas pendientes para reactivar la pobre economía del país, marcada a fuego, según relevó recientemente la agencia Reuters en exclusiva, por dirigentes del partido gubernamental vinculado hoy al arresto de Mugabe.
2. Las purgas históricas de Mugabe
El general Constantino Chiwenga, actual jefe de las Fuerzas Armadas, advirtió el lunes, en un pronunciamiento público, contra las purgas de Mugabe. El pasado día 6, el presidente había destituido a Mnangagwa. Pero las purgas internas no son nuevas en los casi 40 años de mandato de Mugabe. Uno de sus aliados en la guerra de independencia, Joshua Nkomo, líder de la Unión Africana Popular de Zimbabue (ZAPU, en sus siglas en inglés) fue nombrado ministro del Interior en su primer Gobierno. En febrero de 1982, Nkomo fue acusado de estar detrás de una trama golpista y destituido. La lucha entre facciones dejó miles de muertes en el país. Cinco años después, Mugabe reformó la Constitución e instauró un régimen presidencialista del que ha sido su primer exponente hasta este miércoles.
3. Hiperinflación y tierra
Si algo se conoce en el exterior del deprimido país africano, al margen de los lujosos cumpleaños del presidente y su esposa, Grace Mugabe, es la capacidad de acuñar billetes de hasta 100.000 millones de dólares zimbabuenses. Ocurrió durante los peores años de hiperinflación (79,600,000,000%, en noviembre de 2008). La famosa reforma agraria, llevada al extremo a partir del año 2000, había arrebatado a los agricultores blancos grandes parcelas cultivables para que fueran gestionadas por locales. Se estima que entre 4.000 y 4.500 agricultores blancos perdieron la tierra a manos de veteranos de guerra o partidarios del Gobierno. Como resultado, una economía poco operativa, con un sector agrícola poco experto, una caída de la producción, exportación; un incremento notable del desempleo, de las subvenciones estatales, y, finalmente, de los precios.
En 2007, el Gobierno, para frenar la escalada de precios, permitió que los ciudadanos pudieron usar el dólar norteamericano, el euro y la divisa sudafricana (rand). Una década después, según publicó recientemente el profesor Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins, Zimbabue vuelve a verse la cara con la hiperinflación, esto es, con tasa por encima del 50% durante 30 días consecutivos.
4. Oposición y contestación al alza
Precisamente esta semana regresará al país el gran líder opositor de la última década Morgan Tsvangirai, del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC, en sus siglas en inglés), después de estar dos meses en la vecina Sudáfrica por un cáncer de colon. Tsvangirai logró vencer a Mugabe en la primera vuelta de las elecciones celebradas en marzo de 2008. Pero la violencia contra sus partidarios en las calles hizo que el líder opositor no se presentara en segunda vuelta. Lo intentó de nuevo cinco años después, en agosto de 2013. Obtuvo un 34% de los votos, frente al 61% de Mugabe. El candidato de MDC denunció una «enorme farsa» electoral.
En cualquier caso, la oposición al incontestable Mugabe ha ido creciendo. El pasado año, el MDC reunió en la capital, Harare, a unas 2.000 personas para protestar contra el Gobierno, una concentración sin precedentes en el país.
5. La carrera para la sucesión del presidente
Publicaba el pasado 5 de septiembre la agencia Reuters que existía una trama ya en avanzado estado para poner en marcha reformas tras la marcha de Mugabe. Entre los hombres destacados, decía esta información en exclusiva, estaba el hasta hace unas horas exvicecepresidente Mnangagwa, que junto a otros dirigentes estaría diseñando la nueva hoja de ruta para el país. Entre las novedades, una posible alianza con el opositor Tsvangirai y la devolución de tierras a los blancos para su rehabilitación. Dos meses después de esa publicación, Mnangagwa fue destituido por Mugabe. Entre aparentes amenazas de muerte, el que fuera número dos del Gobierno abandonó el país. Ahora, según la información revelada por ZANU-PF, Mnangagwa, héroe de guerra con buena relación con los militares y veteranos de la independencia, sería el hombre que dirigiese de forma interina los destinos del país.
La destitución del presidente llegó un día después de que la mujer de Mugabe, Grace Mugabe, de 52 años, le exhortase a que dejase su puesto por el bien de la «unidad». Grace Mugabe, dirigente también deZANU-PF —y de la que se ha llegado a publicar que abofetea a su marido en público— ha sido sin duda una de las señaladas en los últimos años y según avanza la edad del presidente para una posible sucesión. Grace Mugabe es considerada cabecilla del G40, un grupo de políticos afines a la pareja presidencial. Este miércoles, el Ejército detuvo a varios ministros vinculados a este grupo.