Chuy Vera: “Yo veo un país con el soccer cada vez más desarrollado, cada día más gente juega al fútbol”

El exjugador y exentrenador de estudiantes repasa su actualidad en Dallas, reflexiona sobre el crecimiento del fútbol en EE.UU, y recuerda sus inicios en Venezuela.

Chuy Vera en el FC Dallas

 

Samuel Macías

Hugo Delfín

Como jugador era de un perfil asociativo y vistoso, siguió sus pasos como entrenador adoptando el estilo de juego español, la posesión, dejó huella en el equipo de su ciudad, Estudiantes de Mérida. Ahora José de Jesús Vera (Mérida, Venezuela, 53 años), popularmente conocido como “Chuy”, forma parte de esa camada de extranjeros que están aportando al crecimiento del fútbol de la MLS en Estados Unidos.

Pregunta. Coméntanos un poco sobre tu actualidad allá en Estados Unidos, como ojeador en el FC Dallas ¿Qué estás haciendo?

Respuesta. Tengo varias funciones, una de ellas es como director de scouting (ojeador o cazador de talentos), que se encarga de evaluar, analizar y pasar los informes al equipo sobre los jugadores internacionales, tanto para el profesional como la segunda división. Otra de las funciones es la de asistente en el primer equipo.

También estoy trabajando en un proyecto que se montó hace dos años, que se llama Desarrollo de Talento Individual (IDT), ese desarrollo consiste en los jugadores que tienen talento o proyección en la academia estén sometidos a un trabajo específico, separados, para desarrollar algunos gestos técnicos y físicos en las distintas posiciones. Por ejemplo un lateral derecho; se evalúan las fortalezas y debilidades y se atacan con ejercicio y entrenamiento para mejorar su nivel en su posición.

Por decir, el uno contra uno contra uno, el juego ofensivo sencillo, los centros… básicamente es eso, igual que con los extremos, delanteros o las otras posiciones. Ese es un trabajo que se hace en conjunto con los entrenadores en las categorías inferiores, luego en el profesional aplico ese trabajo para los jugadores antes o después del entrenamiento, enfocado en algún aspecto para desarrollar, trabajando 10 o 15 minutos después de las prácticas para potenciar sus cualidades. Por dar un ejemplo, el trabajo que hicimos con Ricardo Pepi que lo compró el fútbol alemán, y fue una de las ventas records aquí en Estados Unidos, nos enfocamos en su remate de cabeza, la definición a un toque, el pivoteo, velocidad, entre otras.

 

“Esos jugadores que hoy están por Europa primero

pasaron por las manos mías”

 

¿Esas técnicas son propias de Estados Unidos? que han estado innovando en eso o vienen ya de Europa ¿De dónde han aprendido eso para el desarrollo de los futbolistas?

No, son contados los clubes que lo hacen aquí, nosotros hace 3 años las venimos aplicando y gustó. De ahí hemos venidos potenciado varios jugadores, varios de ellos están en Europa, juveniles que pasaron por la academia. Esa es otra de las funciones que yo cumplí, fui entrenador de la sub-19 del FC Dallas y esos jugadores que hoy están por Europa primero pasaron por las manos mías; se potenciaron, venían con talento de hace muchos años, no son creados por mí obviamente, vienen de proceso de entrenadores de sub13, sub15, sub 17… se le aplicaba ese tipo de trabajo al final de la práctica. Luego ya en 2019 a mí me suben a primera división para seguir encargándome de ese proyecto, del desarrollo individual, esto básicamente es el trabajo que estoy realizando ahora como asistente que es potenciar al jugador a nivel individual.

¿Cuáles son esos jugadores prospectos o grandes prodigios que hay dentro del plantel del FC Dallas, que tú crees que podrían convertiste en figuras a nivel internacional?

Ya salieron varios, Ricardo Pepi (19), siempre jugó con una categoría superior, debutaba con gol y con buena performance, buen rendimiento, incluso debutó con la selección absoluta en las eliminatorias pasadas y fue uno de los más destacados. Otros jugadores son Reggie Cannon, Bryan Reynolds, Johan Gómez, Jonathan Gómez. De hecho nuestra academia es una de las más fuertes del país porque aparte de desarrollar los ponemos a jugar.

 

“No todo es data, también está lo del ojo, la percepción, el olor, la experiencia que uno tiene como jugador y como entrenador”

 

Ya hablando de tu trabajo de ojeador se está popularizado el Big data para tener una cartelera mucho más profunda, además de otros recursos ¿Qué tecnologías utilizan hoy en día?

Nosotros tenemos varias plataformas, tenernos la de Boys scout, muy completa, revisamos todos los partidos de los jugadores que nos interesan; el análisis propio, el individual, los que están en nuestra órbita. Además te genera una serie de datos que son muy importantes. Pero también está el jefe del área de estadística, ellos manejan el Big data, una herramienta muy importante a la hora de los entrenadores evaluar a los jugadores, se posee un control permanente del rendimiento en los entrenamientos, y de esa manera tú te vas ajustando al nivel que el jugador está jugando dentro de la cancha y rindiendo a lo largo de los 90 minutos. A través de esto se evalúa los comportamientos, manejo de las cargas… pero no todo es data, también está lo del ojo, la percepción, el olor, la experiencia que uno tiene como jugador y como entrenador, todo esto se suma con los números, porque tú puedes analizar un partido en vivo y ya tienes una percepción del rendimiento del jugador, después te apoyas en los números, y los números te corroboran, te reafirman lo que tú estabas viendo, con exactitud, con algo más preciso.

 

“Tengo 6 años acá y lo que veo actualmente es crecimiento agigantado”

 

Entrando un poco más en lo que es el fútbol estadounidense, la MLS ¿Qué opinas del fútbol de Estados Unidos? Ese crecimiento que está experimentando ¿Cómo lo percibes desde tu punto de vista?

Creciendo a grande pasos, a veces se habla desde el punto de la ignorancia, en vez de hablar con investigación. Hablar de Estados Unidos como potencia en los deportes es redundar, sabemos perfectamente como es de importante el desarrollo del deporte en este país. Me atrevo a decir que estructuralmente es de los grandes, porque cuando uno ve la importancia de las estructuras, esto es vital. El talón de Aquiles que tenemos en Venezuela por su falta de crecimiento en el fútbol, es porque las estructuras no están. En el fútbol estadounidense están las estructuras, los clubes tienen su propia cancha en muy buen estado, con una buena capacidad, algunos lo básico, las canchas de prácticas, instalaciones, tanto para los profesionales o las inferiores. Cada equipo cuenta con 10-12 canchas, ya estamos hablando de estructura, el nivel de viaje para 1era división, 2da, los hoteles, el cuidado de los jugadores, se busca a los mejores. Aquí ha llegado mucho español, europeos, brasileños, venezolanos incluso, unidos en el crecimiento, el fútbol cada vez evoluciona más, yo tengo 6 años acá y lo que veo actualmente es crecimiento agigantado, ahora hay equipos de gran nivel, ya no solo vienen jugadores veteranos, sino también jugadores jóvenes que no lo ven como un retroceso sino todo lo contrario.

Todos queremos llegar al Barcelona, Manchester, Real Madrid, pero no hay la posibilidad de que todos lleguen allá, y cuando hay una oferta de la MLS no hay un estilo de vida malo, van a vivir en una estructura del primer mundo, en capitales que son metrópolis, el futbolista y todo el cuerpo técnico van a venir no solo a desarrollar la liga, sino a desarrollarse ellos también en la forma profesional.

 

“Parece el fútbol inglés, los aficionados, los cánticos, si bien no es el mismo nivel ya hay un paso grande”

 

¿Se puede decir entonces que la MLS ya no es ese cementerio de jugadores sino quizás un trampolín para los jóvenes y así poder proyectarse en Europa?

Sí ya está sucediendo, los pasos iniciales fueron firmes para traer figuras, Kaká no podía venir a los 25, igual que Villa, Pirlo, Giovinco, empezaron a captar a ese aficionado. Después llegaron jóvenes y ahora ya hay un arraigo, un sentimiento por el soccer como le dicen acá, ya la gente lo siente. Tú ves ciudades como Portland, parece el fútbol inglés, los aficionados, los cánticos, si bien no es el mismo nivel ya hay un paso grande, vas a Seattle es lo mismo, Atlanta siempre hay un lleno de 50mil personas, Charlotte también tiene sus 30, 40 mil personas, nosotros tenemos ya 16,18 mil personas. Es un desarrollo sostenido, después vendrá el mundial por estos lados, de esta manera se continuará con el crecimiento.

Es director de Scouting y entrenador asistente

Ahora que mencionas el mundial, vimos a la selección de Estados Unidos muy bien, jugando y destacando mucho, ¿Cómo lo ves para este mundial y además si en futuro ves a Estados Unidos con este crecimiento que está teniendo, campeón del mundo?

Yo veo una selección muy joven, Pulisisc, Pepi, Timotthy Wea, Jesús Ferreira, Aronson, muchachitos que no llegan a los 22 años, unidos a los jugadores de más experiencia que tampoco pasan de los 25-26. Entonces es una mezcla de jugadores jóvenes que se están preparando no solo para el mundial de Qatar sino para el que se viene en Estados Unidos, tienen una buena experiencia, ya muchos juegan en Europa, un mundial, partidos de entrenamiento, la ecuación, es que van a hacer buenas campañas, verlos como campeón del mundo todavía no, porque hay una historia por delante, pero el crecimiento sí lo hay en todos los ámbitos.

 

“Cuando Estados Unidos vaya sembrando esos íconos y esa cultura futbolística ahí quizás vaya a cambiar”

 

Pero si tienes que lanzarte a la piscina, y decir que de aquí a 30 años ves a Estados Unidos ganando un mundial.

Yo veo un país con el soccer cada vez más desarrollado, cada día más gente juega al fútbol. También el atleta de aquí bajo las condiciones mínimas está bien, a nivel de alimentación, desarrollo, estudios, muy preparado, pero le puede faltar la cultura del fútbol, cuando Estados Unidos vaya sembrando esos íconos y esa cultura futbolística ahí quizás vaya a cambiar. Aparte es un país multicultural, hay muchos jugadores de diversas procedencias que le aportan diversidad al fútbol de aquí, hay jugadores que driblan como un brasileño, otros que tiene la pausa de los españoles, otros que son más físicos, y con esto, bien dirigidos y manejados seguro se van a potenciar.

Para seguir con el fútbol de la MLS, hablamos de los jugadores venezolanos en esta liga, hay una camada de jugadores importante y muchos jugadores están despuntando y mostrando su mejor rendimiento, ¿Cómo lo ves tú?

Hay jóvenes con talento que buscan su futuro, lo consiguen porque no pagan mal, pagan muy bien, para tener estabilidad, hay buen respeto de la hinchada porque van a disfrutar del espectáculo, el entrador y jugador se siente bien. Ahora con los éxitos de los jugadores venezolanos en la sub21 el fútbol de la MLS pone sus ojos en ellos, porque son jugadores relativamente económicos con un gran potencial y que tienen ganas de mostrarse en el fútbol venezolano. Además el jugador que viene aquí, vive tranquilo, pueden salir al café, a un restaurante sin importar el resultado y vivir con tranquilidad. Define un grado de exigencia y que va a seguir, porque cada vez se profesionaliza de la mejor manera.

Terminando con el tema Estados Unidos, nos vamos a Venezuela para recordar un poco lo que fue tu carrera como jugador. Cuéntanos un poco acerca de Chuy Vera como jugador, y háblanos de algún momento emotivo que recuerdes que no sea el debut, un momento como jugador que te haya quedado marcado.

Yo era mediocampista, 8 o 10. Mi posición era mediocampista de ataque, después con el tiempo me fueron adaptando a ser mediocampista central. Ya cuando uno pierde la velocidad, agarra experiencia y veteranía para adaptarse a esa posición de pivote. Logré cosas muy importantes en el fútbol venezolano en los equipos donde estuve, Estudiantes, la ULA, Marítimo, Maracaibo, en cada uno de esos equipos quedamos campeones. Fue una carrera muy extensa, con 20 años como profesional, iniciando y finalizando en Estudiantes. Tuve la oportunidad de jugar dos veces en Colombia, y en la selección nacional jugué con el Pato Pastoriza y en los inicios de Richard. Inicié en el año 86, y finalicé en el 2006.En cuanto al recuerdo importante, la gesta histórica con estudiantes de Mérida en Copa Libertadores. De ahí hubo ese rendimiento que es de las cosas más destacadas para nosotros, porque fue en Mérida, donde nacimos, donde crecimos, el equipo de nuestros amores, y quedó marcado para todos.

¿Más o menos a que edad te diste cuenta de que querías ser entrenador? Sabiendo que comenzaste a estudiar para ser entrenador desde que estabas jugando.

En el fútbol cuando eres joven empiezas a ver esos jugadores que idolatraste. Yo cuando era chamo iba a ver al estadio a Asdrúbal Sánchez, a René Torres, a Emilio Campos, a Cesar Baena, y cuando de repente te das cuenta de que estas jugando con ellos, comienzas a verlos de otra manera, empiezas a evaluarlos desde otros puntos en el camerino. Y ese fue un gran ejemplo para uno continuar. Yo era algo parecido a ellos. Luego con la experiencia nos íbamos convirtiendo en líderes de campo, en líderes en positivo, siempre para buscar objetivos en común. Yo creo que por eso en gran parte siempre donde estuvimos dejamos puntos importantes. Donde llegaba, era en vez de separar, juntábamos. Entonces ese liderazgo comenzó a causar un efecto de que ya la experiencia te va dando más tranquilidad, más pausa y mayor manejo dentro de la cancha. Y después del retiro ves que tu voz tiene mando y alcance pues dices “Vamos a dirigir”. Entonces me empecé a preparar, hice un par de cursos en Mérida y ahí ya tenía claro que en el momento de retirarme me iba a preparar para ser entrenador.

 

“El modelo de juego se parece a como uno jugó, yo tenía una característica y no iba a jugar a otra característica, entonces quise potenciar como yo jugué y lo que yo tenía en la cabeza”

 

Ahora vamos a entrar en materia del Chuy Vera como DT. ¿Cuál ha sido ese momento más emotivo como DT en el fútbol venezolano como tal?

Me retiré en 2006 y comencé a hacer giras para buscar donde conseguir las herramientas para meterlas a la idea de juego, porque el modelo de juego se parece a como uno jugó, yo tenía una característica y no iba a jugar a otra característica, entonces quise potenciar como yo jugué y lo que yo tenía en la cabeza. Me agradaba mucho el fútbol español, y empecé a viajar cada año a España a prepararme con varios equipos importantes de allá. Al regreso salió la oportunidad de Estudiantes y empecé a dirigir con esa idea de juego. Viví momentos muy importantes tanto con Estudiantes como en Zamora. Fue donde ese fútbol explotó, en Estudiantes, en el 2009 fue espectacular, jugamos la final de Copa Venezuela y disputamos una final. Pero para mí lo más destacado fue el nivel de juego que consiguió ese estudiantes del 2009. Fue bonito, vistoso, ordenado, sacaba resultados. Luego en Zamora se consolida porque logramos el título.

Llegamos a seis finales en donde siempre tenía esa marca, esa huella donde el fútbol era a ras del piso, vistoso, presión tras pérdida, dinámico y de que el jugador disfrutara, y por consecuencia iba a disfrutar el aficionado. Sigo con esa idea. Luego me vengo a EE.UU, y cuando llego, tomo la sub-19. Pasamos 34 partidos sin perder, manteniendo 14 veces el arco en cero, llegamos a la final de la US Soccer, e hice un equipo revelación, de donde salieron jugadores como los que ya te mencioné. Entonces se volvió a dejar un sello bastante importante aquí en los EE.UU.  A nivel juvenil, y eso me llevó a ir al profesional. Tengo casi tres años trabajando con la profesional. Y ahora sigo, con mayor preparación, mayor experiencia, sigo potenciando la idea de juego. Esa que empecé en el 2009, potenciándola al fútbol y la preparación actual, al entrenador moderno.

 

“El psicólogo deportivo de US Soccer se ha sorprendido de cómo pudimos llevar al equipo a esas instancias con la ausencia de esos recursos”

 

¿Cuáles fueron esos retos diarios que te tocaba sobrellevar en el fútbol venezolano?

Hay una materia en mi licenciatura llamada Leadership (liderazgo), incluye la parte de psicología y de cómo liderar a un grupo, y sale a relucir Estudiantes y Zamora. Llama mucho la atención porque ponen ideas de cómo liderar un grupo con ciertos problemas, y es que el problema planteado fue cuando en un equipo te deben hasta seis meses, algo que no pueden creer aquí, entonces ¿cómo liderar un grupo y mantenerlo en alta competencia? La final de Estudiantes y las finales de Zamora. El psicólogo deportivo de US Soccer se ha sorprendido de cómo pudimos llevar al equipo a esas instancias con la ausencia de esos recursos, lo cual deja muchas consecuencias, imagínate todas las que puede llevar no tener dinero hasta por seis meses y tener el equipo peleando allá arriba. Requiere de un liderazgo muy importante. Al trabajar en Venezuela en esas condiciones nos graduamos de todo, de psicólogos, de psiquiatras, de papás, de consultor, de hermano, de todo. Por más que uno está en EE.UU. estudiando, esa experiencia no la vas a conseguir en el libro, la consigues en el camerino. Ya la tengo vivida. Es algo que nos ha ayudado mucho, y la valoro. Cuando hubo recursos había una exigencia máxima, donde el jugador se desenfocaba cuando tenía dinero y eso los llevaba a salirse un poco del objetivo.

 

“Pensábamos que íbamos a llegar a la final de la Copa Libertadores”

 

¿Sabiendo que tuviste muchos éxitos, pero también varias derrotas, cuál crees que fue esa que más te haya dolido, marcado y enseñado?

Como jugador, esa del 99, porque pensábamos que íbamos a llegar a la final de la Copa Libertadores, y como entrenador, no ha habido un punto así de dolor, porque a mí me estimula mucho que cuando logramos las cosas con Estudiantes la circunstancia me permitió un proceso. Con la circunstancia me refiero a que no me podían despedir debiéndome tres o cuatro meses. Sucedió en Mérida, sucedió en Zamora, y no ocurrió con previo acuerdo. El proceso se dio por circunstancias. Todo esto me permite a mí ver que el fútbol es procesos, las consecuencias de un proceso son muchas. La consecuencia es el éxito, entrar a Copa Libertadores, es potenciar a jugadores que a la larga terminan viéndose, multiplicándose, potenciando, dando un valor agregado. Es llevar aficionados al campo llenando estadios. Hay muchas consecuencias en los procesos. El aficionado quiere ir a ver a su equipo ganar, entonces hay que tener un mensaje claro de que por esta zona hay que hacer un proceso. Cuando no se pudo lograr los objetivos, uno salía tranquilo más allá del dolor, confiando en el proceso. Aquí en EE.UU cuando llego a la sub-19, hubo un proceso, y a la larga el resultado que ya mencioné. Se ganaron varios torneos, tanto a nivel nacional, como internacional, y la mayor consecuencia fue ver la venta de jugadores. Me parece que todo deja una consecuencia positiva cuando se permite trabajar.

 

“Esa es de las cosas que tiene que mejorar esta cultura americana: el duelo que causa la derrota”

 

¿Entonces duelen más esas derrotas como jugador que como DT?

Sí. En el fútbol uno tiene que reparar de inmediato la derrota, no te puedes quedar con que perdiste. Pero sí debe haber un dolor, tanto entrenador como jugador deben tener un duelo. La derrota debe doler, debe conseguir una reflexión, y debe superarse. El jugador a veces no tiene ese duelo y le da igual perder o ganar, entonces pierde competitividad. Esa es de las cosas que tiene que mejorar esta cultura americana: el duelo que causa la derrota, y la victoria también saberla asimilar porque hay que prepararse también para lo que viene.

Sabes que nosotros somos de Trujillo, y queríamos aprovechar la oportunidad de preguntarte ¿Cómo fue tu perspectiva de aquella derrota en la final de Venezuela 2010 entre Trujillanos y Zamora?

Sí, lo gana Trujillanos. Al final del partido hay un error arbitral en donde salieron favorecidos, y eso es algo que uno tiene que aceptarlo. Si ese error no hubiese ocurrido nos llevábamos el doblete de lo que podría haber sido Copa Venezuela y Torneo Nacional, pero bien merecida en ese momento porque fueron dos equipos muy sólidos y con buen fútbol, y para ese momento así como a nosotros también nos han favorecido los errores arbitrales, pues uno también tiene que estar tranquilo con lo que sucedió. Más allá del dolor inmediato de que se perdió esa final, pero era algo que se vivía por primera vez en la ciudad.

Pieza clave para el desarrollo de los jóvenes que ahora están en Europa

¿Sigues actualmente el fútbol venezolano? ¿Cuál es tu opinión sobre la liga actualmente?

Sí, sí la sigo. Me interesa mucho, y además sigo evaluando los jóvenes talentos para tenerlos en carpeta e irlos presentando. Veo regularmente la liga, no a todos los equipos, todo al que enfrente Estudiantes lo veo (risas). Veo al Zamora, al Caracas, y veo mucho joven talento, la misma situación del país ha permitido que todos estos jovencitos tengan su oportunidad dentro de la liga. Me parece muy positivo.

Ya para terminar, queremos hablar sobre la Vinotinto. ¿Qué opinas sobre el ciclo de José Pékerman? ¿Ves posible que se pueda clasificar al Mundial de Canadá, México y EE.UU?

Se está comenzando bien. Ideas que se tienen que ir consolidando, procesos que se deben aguantar, tener la paciencia. Que tengan hambre por el éxito, por seguir creciendo. Hay un problema que yo evalúo: la parte cultural, la parte de competitividad. El futbolista tiene mucho talento, sucedió hace cinco años cuando Venezuela fue sub-campeón mundial, y hablábamos de un plantel extraordinario que teníamos a futuro. Y bueno, cuando pensábamos que la mayoría de esos jugadores iban a llegar a las ligas top, no todo el mundo llegó. En este torneo (Maurice Revelo), vemos a jugadores con buen nivel y con mucha proyección. Tienen un gran talento, hay que potenciarlos no solamente dentro del campo. Debe haber un apoyo de mentalidad, de cultura, de crecimiento en donde el jugador entienda perfectamente lo que significa la profesión para aspirar consolidarse en el exterior. Está pasando mucho, fíjate que los jugadores que están surgiendo en gran parte son muy bien vistos en la MLS, pero llegan a equipos de segunda, y no sé si el jugador se decepciona del proceso por varios motivos, pero yo lo que veo es que el jugador cuando sale, debe seguir creciendo. No puede estancarse, no puede decepcionarse, sino el contrario, tener un espíritu competitivo y seguir buscando el camino, que es estar en ligas importantes.

 

 

 

 

 

 

 

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