Luego de tres semanas continuas de intensas protestas, Chile amaneció ayer con un paro educativo que se prolongará hasta este martes.
La paralización es la primera acción de protesta tras el anuncio del ministro de Interior chileno, Gonzalo Blumel, del inicio de un proceso constituyente en esa nación austral.
Blumel informó el pasado domingo que el gobierno de Piñera iniciará el camino hacia una nueva Carta Magna, como el mecanismo que necesita la nación para cesar las masivas movilizaciones.
“Tengo la impresión de que es una consulta que está bastante respondida (…) creo que estamos disponibles para ir a un paso más allá. Un pacto constitucional requiere un amplio acuerdo de dos tercios de los parlamentarios”, indicó.
Sin embargo, dejó claro que la redacción de la Constitución que sustituirá a la de 1980, redactada en plena dictadura de Augusto Pinochet, contará sólo con los mismos parlamentarios del Congreso de mayoría aliada del presidente Piñera, a los que rechazan los manifestantes.
Rechazo popular. El anuncio fue repudiado por los sectores populares, quienes exigen justicia tras la violencia del Estado, así como participación en el proceso constituyente, más allá de un plebiscito para retirar o ratificar un texto que perpetúe el modelo neoliberal.
Por su parte, este lunes el Partido Comunista de Chile (PCC) rechazó la propuesta “engañosa” de Piñera al convocar un “Congreso Constituyente” solamente con miembros del actual Parlamento que lo apoya y sin participación de los sectores populares.
“Lo que exige la ciudadanía es una nueva Constitución elaborada en un proceso ampliamente democrático y participativo”, aseguró el PCC.
Aseguró que el plebiscito se debe celebrar para determinar el mecanismo de elaboración de la nueva Carta Magna
Sigue el paro
El gremio docente chileno llamó a la paralización de labores por 48 horas en busca de reivindicaciones laborales, justicia y una nueva Constitución política.
Mario Aguilar, presidente nacional del Colegio de Profesores de esa nación, informó que exigen la reestructuración de las políticas educativas, que “han convertido la educación en un negocio en todo el país”.
Asimismo, piden justicia por los asesinados, heridos y demás víctimas de la violenta represión policial del Gobierno “contra las protestas pacíficas apostadas en Santiago y otras localidades de Chile”.
El Magisterio se adhirió a la huelga general y paro nacional productivo convocado para hoy martes por la Central Única de Trabajadores de Chile, la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales de Chile y otras organizaciones sociales que exigen “respuestas concretas a las demandas expresadas en el estallido social que vive Chile”, además de una participación protagónica en la redacción de la nueva Constitución.