Francisco Cervelli levantó las cejas en señal de asombro, se frotó la nuca y sonrió. El venezolano quería escuchar la pregunta otra vez y quería que el dominicano Gregory Polanco escuchara. Entonces, uno de los reporteros se plantó justo frente al casillero de Cervelli y repitió, «Ahora que te has establecido como un bateador de poder…».
Polanco carcajeó y Cervelli volvió a sonreír.
«Eso me hizo sentir sexy ahora mismo», aseguró Cervelli. Sí, Cervelli asegura sentirse bien mientras se prepara para su quinta -y potencialmente última- temporada con los Piratas. El valenciano perdió tiempo de juego el año pasado debido a conmociones, pero impuso una marca personal con 12 cuadrangulares en 104 juegos y cerró la campaña sin repercusiones de salud.
Durante la mayor parte del invierno, su nombre fue mencionado en rumores de cambio. Y su rutina de entrenamientos en la temporada baja lo tienen sintiéndose 10 años más joven. «Trabajé para mantener mi cuerpo en salud como lo hice el año pasado. Me siento como si tuviese 22 años de edad otra vez», destacó Cervelli. «Es sorprendente».
Una vez más, el venezolano volvió a entrenar con Theo Aasen, cuyas creativas rutinas de ejercicios ayudaron a Cervelli a ponerse en forma la campaña pasada tras un 2017 plagado de lesiones. Quizás usted lo vio realizar alguna de las extravagantes rutinas en las redes sociales -Cervelli haciendo capoeira con el también venezolano y estrella de la MLS Josef Martínez, o empujando una carretilla cargada de rocas sobre el pasto-.
«Llevo 17 años haciendo esto. Me gusta trabajar duro, pero también procuro divertirme», aseveró Cervelli. «En ocasiones un entrenamiento puede tornarse aburrido». Cervelli fue inhabilitado en junio pasado y de nuevo en julio debido a síntomas derivados de las conmociones. El venezolano trabajó con Aasen durante el invierno para poner a prueba su vista y reflejos, pero fríamente destacó lo inevitable que son los foul-tips y los golpes con los bates en la parte trasera de la cabeza tras un swing por parte de los bateadores cuando uno es receptor.
«La prevención, probablemente haya que construir un muro frente al plato, un muro de cemento para no recibir golpes», manifestó.
Los Bucaneros también podrían utilizar a Cervelli en la primera base, como lo hicieron en cinco ocasiones la temporada pasada. Eso le permitiría a Pittsburgh darle descanso de manera esporádica a Josh Bell y a la vez mantener a Cervelli y al cátcher venezolano Elías Díaz en el lineup. Cervelli está abierto a dicha idea, pero no es su preferencia.
«Soy un receptor. Jugaré en la primera base si ellos me lo piden, pero soy un receptor. Me gusta más estar detrás del plató que batear, así que quiero estar ahí», reiteró. «Al final, (el piloto Clint Hurdle) es quien manda. Si él desea colocarme en la inicial o en la antesala, lo haré. No tengo ningún problema, siempre y cuando sea por el bien del equipo. Pero soy un cátcher». Y Cervelli sigue siendo un Pirata, a pesar de la supuesta voluntad del club de canjearlo mientras se prepara para arrancar la última temporada de su extensión de tres años. Los caretas J.T. Realmuto, Russell Martin, el brasileño Yan Gomes y Mike Zunino cambiaron de equipo durante el invierno, pero todo luce indicar que ése no será el caso con Cervelli. «Sigo aquí, con el mismo uniforme. Me aseguraré de representarlo bien», afirmó Cervelli.