Eleazar Juárez, un luchador social y vocero comunal de mucho postín, insiste que el 2017 fue un año negativo para los boconeses, porque aparte de las obras paralizadas desde hace varios años, también se unen los malos servicios públicos, por lo que cerramos el año con el mismo rosario de problemas. Actualmente atravesamos un gran desabastecimiento alimenticio, a lo que se suma la falta del GLP y la escasez de combustible, cauchos y repuestos para vehículos. Todos los conductores caemos, pero nadie quiere darse cuenta de la cantidad de huecos que se observan en las calles de todas las parroquias boconesas. Por el mal empotramiento de la tubería, la calle Andrés Bellos, cada día se hunde más ante la mirada negligente de las autoridades. El municipio Boconó cuenta con una gran riqueza hídrica, sin embargo, el servicio de agua cada día es peor. El alumbrado público, lo que da es pena; la inseguridad campea hasta en los más apartados rincones y especialmente en los campos con el incremento indetenible del abigeato.
Nadie entiende como el gobierno de manera irresponsable mantiene en exhibición varios monumentos a la desidia, entre ellos podemos mencionar la medicatura forense, la Unidad de Diálisis y El Simoncito que desde hace más de 10 años empezaron a construir en El Rincón 3.
Este es un momento para que la comunidad en general reflexione porque para el 2018 podrían volver las convocatorias a nuevas elecciones y el pueblo en función de su futuro, debe fijarse muy bien qué hará.