Cerca de 2000 mascotas ha sepultado Eutimio en un improvisado cementerio de animales en San Cristóbal  

La familia de Oso encontró un lugar donde sepultarlo

Eutimio Acero ha logrado sepultar cerca de 2000 mascotas, entre perritos y gatos, en un cementerio de animales improvisado, creado desde hace 15 años. Este tachirense realiza la labor en  un terreno de su propiedad,  situado a un costado de la Avenida Rotaria de San Cristóbal.

La idea de sepultar mascotas se le ocurrió como una forma de ayudar a las familias humanas de los animalitos. Una vez cuando iba pasando por una clínica vio a una señora que salía con un perrito muerto en sus brazos, la señora pensó en botarlo en el Chorro del Indio, entonces Eutimio le dijo que lo podía enterrar en su terreno para que no lo dejaran botado en cualquier parte.

 

Momentos cuando sepultaban a un perrito poodle en el cementerio para mascotas

Le comunicó a un médico veterinario que él podía ayudar a las personas con los entierros,  a cambio les solicita a las personas una mata de limón o de jardín para sembrarla en el sitio donde queda sepultada la mascota y una colaboración de una módica suma para mantener limpio el espacio.

 

Pudieron darle un entierro digno a Oso

Ante la necesidad de brindarle un entierro digno al perro que les acompañó durante 16 años,  Johan Becerra, junto a su esposa y su hija, acudió a este cementerio de animales. Con palas en manos y con desconocimiento de la zona, preguntaron a los vecinos hasta dar con el lugar.

Dentro de una cajita, este martes llevaron el cuerpo de Oso, un poodle blanco que murió de vejez.  La hija de  Johan llevó una tablita de madera y en el lugar escribió con pintura beige el nombre de su mascota con unas huellitas.

 

Eutimio abrió rápidamente un hueco en el terreno para sepultar el animal y ayudar a las personas.

Eutimio abrió rápidamente un hueco en la tierra, al lado de dos lápidas de cemento de otros animalitos, allí su dueña llevó a Oso y con lágrimas lo despidió como parte de otro miembro de su familia. Luego, la tablita fue puesta sobre su tumba.

“Venimos a enterrar a nuestra mascota, queremos que esté en un sitio bien bonito. Es un sitio que merece un ser querido de la familia y podemos visitarlo o ponerle un recuerdo como dueños de la mascota. La idea es no botarlos, ellos necesitan su espacio y un lugar donde puedan reposar”, expresó Becerra.

Es el único cementerio en San Cristóbal, aunque muchos desconocen que existe este lugar en la capital del Táchira, el propósito de Acero es mejorar el espacio.

Sin embargo, el alto costo de los materiales para hacer cercas o mejores caminerías le ha impedido avanzar en su proyecto.

Evitar botarlos en las vías públicas

En la entrada del camino que conduce al cementerio se ubica este letrero para orientar a las personas

En la entrada del cementerio de animales hay un aviso como guía para que las personas  logren encontrar el camposanto de animales, y  eviten tirarlos en las vías públicas.

Eutimio espera lograr mejorar este espacio para el descanso de los caninos y felinos. Su trabajo no solo es enterrarlos, luego que el proceso de descomposición ocurre, limpia la zona y extrae los huesos.

“Además la gente no botaría la mascota en la ciudad, sin contaminar los espacios públicos. Mientras que aquí se vuelve abono”, expresó Eutimio Acero.

Con la idea del cementerio de animales ha recibido llamadas desde Caracas, de personas que también han puesto en marcha esta práctica con los animales domésticos.

 

Incluso algunos dueños de mascotas han realizado arreglos en cemento con el nombre inscrito del animal que fue enterrado. En una de las  lápidas se ve escrito el nombre de una mascota llamada Sebastián, mientras que los demás poseen una planta encima.

 

Salir de la versión móvil