Catar y Japón llegarán a la Copa América como las dos mejores selecciones de Asia, finalistas de su torneo continental y convertidos en una amenaza inesperada.
Cuando hace poco menos de una semana el sorteo celebrado en la Ciudad de las Artes de Río de Janeiro determinó los emparejamientos de la cuadragésima sexta Copa América, pocos consideraron a los dos invitados asiáticos como protagonistas.
Sin embargo, la clasificación de ambos para la final de la Copa de Asia, tras dejar por el camino a selecciones como Arabia Saudí, Corea del Sur o Irán -todas ellas mundialistas-, cambia la visión de cuál puede ser rendimiento este verano en Brasil.
Japón ya avisó en el pasado Mundial. En Rusia, tan sólo su ingenuidad al intentar ir por la victoria en la última jugada frente a Bélgica, le privó de entrar en los cuartos de final.
Los “Samuráis Azules” llegaron a aventajar por 2-0 a Bélgica y cayeron en el 90-4, cuando subieron a rematar un saque de esquina y descuidaron su retaguardia favoreciendo el contragolpe de manual de sus rivales.
Nuevo técnico e invictos
El cambio de entrenador -Akira Nishino dimitió tras el Mundial- parece no haberle afectado. Hajime Moriyasu, un ex centrocampista internacional que en los años 90 llegó a hacer una prueba con el Manchester United, ha recogido el testigo con éxito.
Moriyasu, que preparaba a los sub 23 para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 antes de dar el salto a la absoluta, ha superado las críticas iníciales con resultados; acumula once encuentros invictos.
Con más pragmatismo que brillantez, su selección japonesa fue avanzando en la Copa de Asia con victorias sobre Turkmenistán (3-2), Omán (1-0), Uzbekistán (2-1), Arabia Saudí (1-0) y Vietnam (1-0), antes de explotar todo su potencial en semifinales (3-0) contra la selección iraní de Carlos Queiroz, a quien se podría volver a encontrar en la Copa América si se confirma el fichaje del portugués como técnico de la Selección Colombia.
Hoy viernes, contra Catar, los japoneses tienen la oportunidad de conquistar la Copa de Asia por quinta vez, la primera desde 2011.
Con una plantilla repleta de jugadores que destacan en Europa (Kagawa en el Dortmund, Inui en el Alavés o Sakai en el Marsella), Japón se presenta en la Copa América con mejores credenciales que en 1999, cuando tan sólo arrancó un empate contra Bolivia (1-1), tras perder con Perú (3-2) y Paraguay (4-0).
Encuadrada con Uruguay, Ecuador y Chile convierte el grupo C en una llave complicada, en la que todos optan a la clasificación a cuartos.
Catar se muestra y sorprende
Más sorprendente aún es el momento de Catar, al que le ha llegado la explosión antes de lo previsto. Anfitrión del próximo Mundial, Catar trazó un plan a medio plazo que debe culminar en la Copa del Mundo de 2022. Por medio de la Academia Aspire, Catar reclutó al español Félix Sánchez Bas, un formador de talentos del Barcelona, que durante diez años dirigió en las secciones inferiores del club catalán a jugadores como el internacional Sergi Roberto. En 2007, Félix Sánchez se hizo cargo de la sub 16 catarí, luego pasó por la sub 19, la sub 20 y la sub 23, antes de asumir la dirección de la selección mayor, a la que ha clasificado a la final de la Copa de Asia por primera vez en su historia. Con un plan que llevó a que sus jugadores se fogueasen por 17 equipos europeos, Catar se ha presentado en los Emiratos Árabes con suficiente experiencia para convertirse en la sorpresa del torneo, con unos números espectaculares: 16 goles a favor y ninguno en contra. No le ha influido el bloqueo al que someten al país sus vecinos, que en el caso del torneo provocó que no se permitiese la entrada a la prensa catarí, ni el clima hostil que tuvo que soportar en todos los partidos.
Esa inquina llegó al clímax en la semifinal contra Emiratos, en la que desde la grada se lanzaron zapatos -el mayor gesto de desprecio en la cultura árabe- lo que no le privó de golear (4-0) a los anfitriones. Los de Félix Sánchez fueron mejores que el Líbano (2-0), Corea del Norte (6-0), Arabia Saudí (2-0), Irak (1-0), Corea del Sur (1-0) y Emiratos Árabes (4-0). Ha descubierto al mundo, además, a Ali Almoez, un delantero que en 2016 pasó por la Cultural Leonesa (Segunda División B española) y se ha convertido en el primer jugador que anota 8 goles en una Copa de Asia, desde que lo lograse el iraní Ali Daei en 1996. Ubicada en el puesto 93 del ránking FIFA, Catar no parecía una amenaza para Argentina, Colombia o Paraguay, sus rivales en el grupo B de la Copa América. Ahora, todos ellos deberán revaluar sus opciones.